12 de febrero de 2007

MÍSTICA KAIBIL



¿Cómo definir la mística militar? ¿Cuál es su significado? ¿Por qué hoy día la mística tiene un carácter profesional? Este artículo pretende dar respuesta a estas interrogantes.

El Dr. Alejandro Gutiérrez Dávila en su libro "Homo spiritus" explica que la palabra mística viene del verbo griego myein que significa encerrar. Algo cerrado, misterioso. En el misticismo cosmológico de la antigüedad era un tipo de experiencia extra terrenal difícil de alcanzar en el que se llegaba al grado máximo de unión del alma humana a lo sagrado durante la existencia terrenal. 

Las religiones místicas hacían diferencia entre dos grupos: Las minorías iniciadas, un grupo exclusivo y superior que en vida terrenal había alcanzado la experiencia de los misterios sagrados. Por otro lado los no iniciados, una mayoría que eran considerados seres inferiores, sin capacidad de acceder a lo divino y por lo tanto simples entes o cosas materiales. Una clase inferior. (página xvi). El misticismo se asocia entonces con la exclusividad.

A partir de estos conceptos se ha desarrollado el concepto de la mística Kaibil, como una motivación para aprobar un entrenamiento difícil, misterioso y cuyas vivencias están reservadas para los que se atreven a afrontar el desafío. 

La mística Kaibil se adaptó a estos conceptos definiendo esta mística particular como una unidad moral que plantea que aquel que aprueba el curso adquiere ciertos valores ideales adicionales al resto de militares que se espera que guíen su conducta en toda su vida militar. Se trata de los valores inculcados en el entrenamiento que generan el más profundo sentimiento militar que gobierna la conducta, genera la iniciativa, perfecciona el conocimiento y dirigen el espíritu con el afán único de cumplir la misión.

Lo anterior se amalgama con el postulado de Huntington que resalta las características distintivas de una profesión: Maestría, responsabilidad y espíritu de unidad (corporativismo).

La maestría se logra a través de prolongada educación, entrenamiento y experiencia. La responsabilidad, abarca el servir y consagrarse a sus habilidades sin que ello esté gobernado por recompensas económicas; el espíritu de unidad (corporativismo) se crea cuando los miembros de una profesión comparten un sentido de unidad orgánica y de conciencia de sí mismos como grupo.

De esta forma la mística adquiere un carácter profesional ya que florece con la experiencia y genera un comportamiento gobernado por una compleja red de regulaciones, costumbres y tradiciones con carácter profesional; se trata de un conjunto de normas no escritas codificadas en cánones de ética profesional.

La mística produce orgullo de pertenecer a una unidad, desarrolla confianza en si mismo, capacidad de autodeterminación, habilidad para guiar, eficiencia física, táctica, técnica y mental.

¿Hay alguna habilidad común a todos los oficiales militares que no sea compartida con ningún grupo civil? Si. Existe una esfera distintiva de competencia militar que es común a todos los oficiales y que los distingue de todos, o casi todos, los civiles y está quizá resumida de la mejor forma en la frase de Harold Lasswell: “La administración de la Violencia”. Cuanto más grande y más complejas son las unidades militares que un oficial es capaz de dirigir y cuanto más grande es el número de situaciones y condiciones en las cuales puede ser empleado, mayor es su competencia profesional.

Ningún individuo sea cual fuere su capacidad intelectual natural y sus cualidades de carácter y liderazgo, podría desempeñarse en la administración de la Violencia sin considerable estudio, entrenamiento y experiencia. Debe aclararse que la habilidad peculiar del oficial es la administración de la violencia no el acto de violencia en sí mismo. Disparar un fusil es una habilidad mecánica, dirigir las operaciones de una compañía armada de fusiles exige un tipo de habilidad completamente diferente.

La habilidad del oficial entonces, no es un oficio (que es primordialmente mecánico) ni un arte (que exige un talento único no transferible), por el contrario es una habilidad intelectual extraordinariamente compleja que exige un estudio y entrenamiento abarcadores.

Ahora puede comprenderse el carácter profesional de la mística Kaibil. El origen del misticismo de la antigüedad con el profesionalismo de los postulados de Huntington. Una misteriosa fuerza en el interior que inspira a trabajar más que los demás sin horario definido; a compartir más tiempo con los subalternos. La mística impone dar el ejemplo, superar la norma y a hacer las cosas: no como se han hecho siempre, sino como se deben hacer.

Por último la mística afecta inevitablemente la condición de caballero del oficial. Su carácter austero y a la vez educado, su vocabulario fluido y refinado le da distinción y señorío en los lugares que concurre. El militar es un hombre de sólida cultura y espíritu batallador, un idealista. Quedó atrás la época en que el militar debía oler a pólvora, a aguardiente y a mujer. Hoy día el militar debe mantener una mente clara y afirmativa; memoria topográfica de lugares, nombres y fisonomías, espíritu falto de aptitud para la generalización, sagaz, empecinado en sus designios, cáustico y felino en grado sumo.

Bibliografía
Huntington, Samuel P (1995); “El Soldado y el Estado”; Argentina, Grupo Editor Latinoamericano.
Samayoa Chinchilla, Carlos (1967); “El Dictador y Yo” 2ª edición; Guatemala, Editorial José Pindea Ibarra

Gutiérrez, Dávila Alejandro José (2021); "Homo Spiritus", Guatemala, Ohio Print and Paper S.A.

SE ES KAIBIL:

Cuando se trabaja más que los demás sin horario definido...
Cuando se comparte más tiempo con sus subalternos...
Cuando se da el ejemplo...
Cuando logra influir en sus hombres..
Cuando irradia confianza en sus hombres...
Cuando su rendimiento supera la norma...
Cuando hace las cosas, no como se han hecho siempre,
sino como se deben hacer.

5 comentarios:

  1. Saludos ,
    Quisiera saber exactamente qué es mística ???

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    1. Independientemente de la más legítima o fiel definición de un buen diccionario, los "valores que guían" (segundo párrafo de esta publicación) son forjados en este curso Kaibil, a base de un gran esfuerzo, físico y mental.

      Se forjan, porque son inculcados mediante actividades, fatigas y dogmas del deber "gritadas" al oído en medio de las condiciones de mayor extenuación que pueda pensarse; y usualmente esto se realiza en parajes naturales, por lo general especialmente preparados, para jamás olvidar lo vivido y aprendido.

      Las circunstancias descritas anteriormente, son "reservadas" exclusivamente a los futuros Kaibiles y se "ocultan" al resto de los mortales.

      Por ello, las vivencias y anécdotas increíbles del curso se reservan, se ocultan, son un misterio, algo "místico", que sólo puede ser visto, vivido y sentido en piel y alma, por aquellos que se atrevieron a pisar y morder el polvo mismo de la Escuela Kaibil.

      Saberse a sí mismo, el haber sido capaz, de resistir todo aquello; aquello de lo que sólo se oye y se rumora haciéndolo místico; es la fuerza que crea los valores para el cumplimiento del deber que se describen en el segundo párrafo de esta publicación.

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