17 de agosto de 2008

Protesta de Bandera



La “Protesta de Bandera” es una ceremonia que se realiza cuando los reclutas (nombre que se da a los ciudadanos que se presentan a prestar servicio militar) terminan su entrenamiento básico y se convierten en soldados. En Guatemala el servicio militar es voluntario; el período de entrenamiento dura entre treinta y sesenta días y el tiempo total que está obligado a terminar una vez que decidió hacerse soldado es de veinticuatro meses.

No se refiere este artículo a la "Jura de Bandera" del Ministerio de Educación (Bandera nuestra, a tí juramos, devoción perdurable, lealtad perenne, honor sacrificio y esperanza... etc) que todos los estudiantes menores de edad repiten en ceremonias como parte del proceso de formación cívica. En 2016, el presidente Jimmy Morales ordenó que este juramento del Ministerio de Educación, sea invocado por todos los ciudadanos presentes en actos protocolarios.

En el caso del personal militar, al momento de “jurar bandera” el ciudadano se constituye formalmente como soldado del Ejército de Guatemala y queda sujeto al fuero militar, es decir, a las leyes y reglamentos militares. Y es que, cuando un ciudadano entra al Cuartel con el objeto de prestar servicio militar, imaginariamente, deja en la Guardia de Prevención (entrada principal) una maleta con algunos de sus derechos ciudadanos, a los cuales voluntariamente renuncia para prestar servicio a su patria.

Entre estos derechos se encuentran por ejemplo: elegir y ser electo, libertad de asociación y debe subordinarse a los ordenes de su sus galonistas y oficiales, quedando comprometido a obedecer, no deliberar, no expresar inconformidad por privaciones e incomodidades si estas privaciones son necesaria para el cumplimiento de su misión.

Un soldado adquiere más obligaciones que derechos. Su condición le exigirá sacrificios que se convierten en obligaciones so pena de sanción si no las ejecuta y la comisión de delito militar si se negara a cumplirlos. Tal es el compromiso al que se compromete un ciudadano al jurar bandera y convertirse en soldado.

En la ceremonia, los reclutas que van a jurar bandera ocupan una posición al extremo derecho del resto de la tropa. Una vez la bandera se coloca frente a ellos, el comando y los oficiales de Estado Mayor forman a la derecha de la bandera, frente a los reclutas. Entonces el comandante con voz enérgica les pregunta: “¡Soldados! ¿Protestáis seguir constantemente la bandera de la república, defenderla hasta perder la vida y no abandonar a quien os esté mandando en acción de guerra o disposición para ella?”. Los nuevos soldados responden a la vez: “si protestamos”.



Seguidamente el abanderado presenta la bandera y el comandante colocándose frente a ella la toma por su extremo inferior, con el brazo derecho, levantándola ligeramente, para permitir que los reclutas pasen debajo de la misma. En el momento de pasar debajo, se descubren con la mano derecha y colocan la gorra sobre la palma de la mano izquierda, doblando el antebrazo en ángulo recto.

El período de recluta es una de las fases que mayores recuerdos traen al ciudadano que ha prestado su servicio militar. Habiendo hecho la protesta respectiva, su mente recuerda todos los momentos vividos en los días anteriores. De cómo su cabo le enseñó a vestir y llevar correctamente el uniforme, a cuidar del arma que se le asignó y de cómo le instruyó acerca de la subordinación a que está sujeto desde el momento en que ingresó al ejército; el respeto y obediencia absoluta que debe observar estrictamente hacia sus superiores.

A partir de este día el soldado está en capacidad de prestar servicio de guardia porque conoce sus obligaciones y está entrenado en el manejo y uso de su arma. Ahora comprende que el verdadero espíritu del servicio militar consiste en el valor personal, prontitud en la obediencia de las órdenes que reciba y exactitud en el servicio; y que estos son deberes a los que nunca ha de faltar.



Un soldado obedece, respeta y guarda las más elevadas normas de cortesía para la Oficialidad y galonistas de su unidad. Aún cuando esté sin arma, el soldado marchará en todo momento con porte militar y soltura, manteniendo el cuerpo erguido y su gorra, casco o boina bien puestos, lo que denota a la vez el grado de entrenamiento y preparación militar que ha recibido.

Desde que el soldado recibe su equipo, munición y arma queda todo bajo su entero cuidado y responsabilidad. Un soldado debe poseer alta moral, confianza en sí mismo, en los demás
Integrantes de su unidad y en su arma.

Los reglamentos militares, prohíben a los integrantes del Ejército de Guatemala, bajo severa sanción disciplinaria, toda conversación o actitud que manifieste desagrado, inconformidad, falta de espíritu y sacrificio que en el servicio militar exige al cumplimiento de sus obligaciones.

Fuente:
Reglamento para el servicio del ejército en tiempo de paz.

4 comentarios:

  1. Presté mi servicio militar en el año 98 en las reservas militares y pues al final juré por la bandera y de verdad es un momento unico y especial...

    ResponderBorrar
  2. Que interesante saber que los estudiantes que conduciran en el futuro los negocios internacionales del país, estan conociendo cómo se puede emplear al Ejército de Guatemala como un medio de proyectar el poder nacional. ¿Cómo respondieron los estudiantes? ¿Quién dió la conferencia?
    Megue

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Señor Coronel, esa versión del himno que usted publica, en este artículo tan interesante, no es la oficial y yo no se que diría el maestro Rafael Alvarez Ovalle si escuchara esta versión moderna con arreglos musicales, que no es la oficial. Considero que no es muy conveniente promover este tipo de modificaciones en nuestro himno nacional, porque no estaría muy lejana la posibilidad que lo canten al estilo ranchero, rock, etc, que degenería lo original y oficial. Espero no causarle ningún tipo de ofensa.

      Borrar
    2. Efectivamente no es la version oficial. Me pareció interesante tenerla a la mano. Incluso para criticarla

      Borrar