19 de febrero de 2010

Libro sobre tropas élite en centroamérica

El 26 de enero de 2010 el Capitán del Ejército salvadoreño, Herard Von Santos, presentó en Guatemala su obra titulada: Soldados de Élite de Centro América y México.
Al acto acudieron personalidades de diferentes sectores de la sociedad guatemalteca a quienes el Capitán Von Santos presentó, las razones, contenido y vivencias personales ocurridas durante su carrera como oficial del Ejército de la República de El Salvador.
La obra comienza por definir las diferencias que existen, a criterio del autor, entre “Fuerzas Especiales” y “Unidades de Élite”; características de sus integrantes y particularidades del espíritu de cuerpo de estas unidades; presenta un recorrido histórico mencionando las unidades élite reconocidas desde la antigüedad hasta la 1ª guerra mundial.
El libro contiene información sobre el papel de las fuerzas especiales en los ejércitos, desde Estados Unidos hasta Panamá, dividido en segmentos históricos: Segunda Guerra mundial, El período de la guerra fría y en la etapa actual de Guerra contra el terrorismo y el narcotráfico.
Presenta también un completo resumen de la historia de las Fuerzas Especiales estadounidenses (Boinas Verdes, Rangers, Deltas y Seals), británicas, rusas, israelíes, francesas y de algunos países africanos.
Destaca la influencia del entrenamiento que impartieron durante la guerra fría las fuerzas especiales estadounidenses y rusas, en los países de Centroamérica y Cuba.
Presenta excelente información histórica y actualizada sobre los programas de ayuda de Estados Unidos para las Fuerzas Armadas de la región (IMET, FMF, JCET, Antidrogas e intercambios de alumnos). Da una magnífica referencia sobre el tema de la limitación, que desde finales de los 70 a la fecha, mantiene Estados Unidos sobre Guatemala y Nicaragua en programas de entrenamiento técnico de combate para las fuerzas de Tierra.
Actualmente el IMET para Guatemala está permitido únicamente para la Fuerza Aérea, la Marina de la Defensa Nacional y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Para los Ingenieros sólo está disponible para formar o mejorar capacidades de respuesta en caso de desastre y operaciones de paz. El Sr. Presidente de Guatemala solicitó recientemente se incluya en este programa a las fuerzas de tierra. El libro contiene una interesante descripción del papel que desempeñó la ayuda militar Israelí a toda la región, pero en particular cuando dicho apoyo fue retirado por Estados Unidos a Guatemala a finales de la década de los 70 y principios de los 80.
En los capítulos siguientes el libro describe ampliamente la historia, características, equipamiento y hasta tradiciones de las unidades de élite centroamericanas y de México.
Capitán Von Santos durante la presentación del libro (traje oscuro)
Una conclusión de gran valor para los ejércitos centroamericanos que presenta el autor es que: sobrevivir en el infierno del combate no fue sólo un acto de voluntad y fuerza física, sino que requirió de una fortaleza espiritual inquebrantable; y dado que las fuerzas de élite centroamericanas son consideradas como descendientes de las fuerzas especiales estadounidenses – pues ellos las entrenaron en sus inicios – y salvo el equipamiento técnico muy avanzado, superaron a sus entrenadores en una decidida voluntad de vencer y férrea disciplina.
La historia de las unidades de élite centroamericanas y de México, sus leyendas y realidades, son develadas en el relato de la misteriosa y casi secreta guerra que tocó librar a estos soldados profesionales.
Motivo de satisfacción y agradecimiento al autor es que, el libro utiliza como referencia contenido de este Blog en lo referente a las Fuerzas Especiales guatemaltecas. También menciona el libro del General Pablo Nuila Hub, (Hitos de la Historia Patria) fundador del curso Kaibil en Guatemala.
Y por supuesto, utiliza referencias del libro “Los Kaibiles”, cuyo autor: Coronel de Infantería DEM Jorge Antonio Ortega Gaytán, estuvo presente en la presentación del libro del Capitán Von Santos, obra sobre la cual presentó una aproximación desde diversas ópticas tratando de hacer un andamiaje transversal de la esencia, semiótica y del discurso del libro, mencionando lo siguiente:
Coronel de Infantería DEM Jorge Ortega Gaytán.
Este documento integra historia regional militar, políticas de defensa del istmo y México y sobre todo la reconstrucción del pasado de las unidades élites, esfuerzo de investigación que le permite al lector con suma facilidad tener una visión panorámica espectacular del estamento militar de Mesoamérica y una radiografía de cada unidad especial por país.
El trabajo del Capitán Von Santos es el primero de su naturaleza, lo cual le da un valor exclusivo, que permite direccionar desde su lectura de cualquiera de sus nueve capítulos iniciar trabajos de investigación técnica, comparaciones históricas, contrastes de los escenarios, análisis de sus entrenamientos, balances de potencialidades, adversarios, crecimiento, desarrollo y tantos vectores como se puedan imaginar. ¡Increíble! Pero ya contábamos con un compendio de Las Guerrillas Contemporáneas en América Latina, de Alberto Prieto, y no así de nuestras unidades militares, menos de las tropas élites.
¿En qué sustento lo anterior? Que los centroamericanos tenemos un pasado en común, un presente a compartir y un futuro a construir. Siendo ésta una hipótesis de cosecha propia, creo y sin miedo a equivocarme que los soldados élites como lo manifiesta el escritor, permite una herramienta segura, práctica y confiable para hacer los esfuerzos de diseñar un modelo de defensa de los intereses nacionales permanentes a futuro inmediato, por supuesto que desde la óptica de la protección, defensa y seguridad, desde lo individual a lo regional.
La estructura de su discurso me parece muy amena, captura al lector desde las primeras líneas, haciendo placentera la lectura que parte de una explicación medular de la existencia de las unidades élites a lo largo de la historia universal, de hecho de la mitología y recae en un paradigma vigente para los que integran este tipo de unidades…“ Las fuerzas de élite siempre han sido comprometidas para conquistar la victoria o en su caso sacrificadas para defender el honor…”
Así es la mística y no hay alternativas para los que aceptan el desafío de ingresar a estas fuerzas de choque. La voluntariedad es un requisito indispensable, de hecho medular. El planteamiento es muy simple: Ingresar al infierno de forma voluntaria para poder abrir las puertas del cielo. En fin, afirmaciones de esta naturaleza, dogmas y como principio básico el sacrificio, por el bien de la nación, son las responsables de las bases que hacen posible la formación, organización y empleo de estos soldados especiales, que existen a lo largo y ancho de la región en estudio de México a Panamá. A lo anterior hay que sumar el complemento intangible: El compromiso con la nación y su distintivo primordial La lealtad.
En la parte sustantiva del documento inicial lleva al lector por un recorrido por el tiempo y el mundo a través de las diversas unidades élites que han existido, y que aún hoy sus nombres y acciones nos asombran, como Los Shemsu egipcios, los compañeros de Alejandro el Grande, las bandas sagradas de Tebas y no se diga los Espartanos del Rey Leónidas, cuanta historia recreada hasta llegar a la Segunda Guerra Mundial donde este tipo de unidades lograron girar los acontecimientos de un destino pronosticado.
Sin perder el aliento, el investigador consolida el proceso de las unidades élites en las diferentes manifestaciones de la Guerra Fría, principalmente en los puntos calientes como lo fue el istmo centroamericano, donde la presencia de los Estados Unidos de Norteamérica se hace sentir con el entrenamiento y establecimiento de dichas unidades en la región, ejercicios integrados y otras formas de ayuda militar, Así como de otras latitudes (Unión Soviética, Cuba, Israel, Taiwán y otros)
La atomización de los conflictos, las amenazas emergentes y asimétricas, según el autor obliga a mejorar este tipo de unidades, necesitando de individuos con mayores capacidades, destrezas y especialidades para poder enfrentar los riesgos del siglo XXI y utilizar la tecnología de última generación es el reto de estos soldados.
Este esfuerzo de integrar lo antiguo con el planteamiento de lo futuro inmediato de los Soldados Élite es una interesante maniobra del Capitán Santos, que provoca en el lector la necesidad de seguir la lectura. ¡Felicitaciones! compañero de armas, (pertenecemos a la Gloriosa Infantería) creo que ha logrado asumir las enseñanzas del Manco de Lepanto, mentor de los soldados que toman la pluma y sorprender con su narrativa en un tema tan difícil como lo es la guerra, sin olvidar detalles técnicos y perspectiva castrense como las instrucciones dejadas por el soldado de las 119 batallas Bernal Díaz del Castillo y el capitán Francisco Fuentes y Guzmán.
El contraste de la dimensión de los siguientes capítulos deja entrever el acceso a la información, el celo de su entrega, la antigüedad de la unidad élite y su proyección en las operaciones. Entiendo por los vericuetos que transitó el Capitán para reunir ese caudal de información, ¡increíble! Pero es de primera mano y vigente. De nuevo Von Santos, nota máxima, un 100 por ese trabajo, que consume el tiempo y recursos del historiador, es una pasión en solitario el investigar, ordenar, integrar y redactar. ¡No claudicar es la consigna!
En estas páginas está plasmado el entusiasmo de n soldado centroamericano, por dar a conocer la fortaleza de la región y en lo particular de cada nación, deja claro que en los tres espacios se cuenta con tropas élites (aire, tierra y mar) que es una necesidad de la posmodernidad de los Estados( todos adoptaron una versión nacional como mínimo)
No voy a entrar en detalles de cada uno de ellas, pero cada nación tiene su diseño, el armamento que le permiten la inversión en defensa y todo ello en razón las amenazas sean estas tradicionales, emergentes y/o asimétricas que apliquen a la región o porción de ella. Santos hace de su crónica un escenario múltiple e integral de cada unidad, partiendo de una descripción geográfica del país sede de la unidad especial, me imagino que las tres que carecen de dicho detalle se deben a situaciones de seguridad nacional.
La descripción de las unidades, sus características y hazañas, son los insumos de cada uno de los capítulos que conforman y dan vida a los soldados de élite de Centro América y México. Lo que deja claro es el monopolio de la fuerza al Estado, el cambio de paradigmas de unidades de vocación por ocupacional, dando paso a los soldados profesionales y especialistas en un sinfín de misiones, como lo deja claro el capitán Santos con respecto a los Kaibiles: “… hoy exportadores de un producto no tradicional ¡La Paz! Al corazón del África o las elites salvadoreñas en Irak, reconstruyendo una país”.
No me queda más que felicitar al capitán Von Santos, y a los presentes a instarlos a la lectura de la obra de este centroamericano comprometido con la reconstrucción del pasado militar regional, sin compromisos o presión ideología que pudiera contaminar el discurso y la intencionalidad de este libro. Descubrir el pasado, ese que tenemos en común, compartir el presente y construir el futuro.
¡Éxitos por siempre! Capitán H. Von Santos, hoy su trabajo tiene vida propia, viajará por los difíciles y controversiales caminos de la crítica de sus lectores y de aquellos que de él harán base para futuras investigaciones para beneficio de los que tenemos la dicha de vivir en Centro de América.
Coronel Jorge Antonio Ortega Gaytán