30 de junio de 2018

Día del Ejército 2018






A continuación fragmentos de mensajes recibidos por el día del ejército, puestos aquí para referencia y remembranza. Se desconocen los autores originales.


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Ser soldado no es producto de la casualidad. Es genético. Debe gustarte el orden, la disciplina y la aventura. 

Ser soldado, no es sinónimo de riqueza. Es sinónimo de vivir una vida con lo necesario, aún cuando eso incluye a tu familia. 

Ser soldado no es sinónimo de lujos. Hay muchas limitaciones, sacrificios e incomodidades en el desarrollo de tu vida profesional. Levantarte todos los días antes que todo el mundo, dejar la comodidad de tu cama por el frío matutino o por los zancudos ávidos de desayunarte, para saludar el amanecer y la bandera con tu sudor. 

Para ser soldado, debe comprenderse que nada vendrá fácil ni gratis. Antes de marchar, debes aprender a caminar bien. Antes de caminar, debes ganartelo corriendo. Antes de mandar, debes aprender a obedecer. 

Y, cuando te haces viejo y tu desempeño se va apartando de las largas marchas y patrullas y del mando de soldados, te encuentras con que tu tiempo personal desaparece poco a poco y que tu responsabilidad se duplica, triplica y quintuplica. Todo para colaborar en el planeamiento que permitirá un mejor empleo de los recursos que el Estado te asigna. 

El soldado es facil de reconocer. Es el que camina recto, aun viejo intentando que su pecho sobresalga de su vientre. Es el que cede su asiento donde esté. Es el que abre la puerta. Es el que llega temprano a las citas. Es el que llega bien vestido con ropa que pasó de moda hace 4 años (acostumbrado a su uniforme, su vestimenta civil pasa a segundo plano). Es el que en días de descanso andará haciendo deporte. Es el que para descansar, cambia de actividad. Es el que come lo que se le sirva. Es el que se duerme de ultimo y se levanta primero, sabiendo que no tiene ningun pendiente para arrancar el nuevo día. Es el que se detiene ante un cortejo funebre. Es el que se para firmes cuando se canta el himno o en presencia de la bandera. Es el que se enoja cuando se le falta el respeto a los simbolos patrios. 



El soldado no es necesariamente un hombre en uniforme, con la cara camuflada y empuñando el fusil. Comprende también a las mujeres y hombres que apoyan el funcionamiento de su Ejército desde un puesto administrativo, prestos a saltar y defender el honor de su país. 

El soldado es todo aquel que, habiendose puesto un uniforme militar algún día, quedó enamorado del rigor y la disciplina y, aún en otra rama profesional, se emociona al ver soldados marchar y vuelve a sentirse joven. 

Soldados! Hoy los saludo. Dios les bendiga y los ilumine en su marchar y en su actuar. Donde quiera que estén. 

Recuerden: EL HONOR MILITAR IMPONE EL MAS ESTRICTO CUMPLIMIENTO DEL DEBER. 

FELIZ DÍA DEL EJÉRCITO.

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Encontré este poema en internet por el día del ejercito y no pude evitar pensar que las cualidades que mencionan aquí, no sólo son las de un militar, sino describen y hacen a papá distinto a los demás. Gracias a esas cualidades él pudo enseñarnos a ser valientes, con honor, respetar la ley y a pesar de que nuestro país no sea el mejor, a quererlo y sentirnos orgulloso de nuestro origen.
Feliz día del ejército a mi papá! Gracias por ser un militar y padre digno.



Soy soldado porque en mi pecho se anida el amor a la patria, la veneración a sus héroes y el respeto a la ley. 
Soy soldado porque la disciplina es mi norma, el valor mi gran anhelo, el honor mi firme causa, y el deseo de servirle a mi país la meta de mi vida.
Soy soldado porque a mi cuerpo lo impulsan la voluntad de luchar, el ansia de la victoria y una sed insaciable de saborear el triunfo y paladear la gloria.
Soy soldado porque me siento orgulloso del uniforme que porto, de las insignias que me honran y de la bandera que guardo.
Soy soldado porque me encuentro sujeto por lazos indisolubles de fraternal hermandad, con todos mis camaradas.
Soy soldado porque estando en el servicio activo, mi vida es de la nación, mi familia es el ejército y mi hogar es el cuartel.
Y aún cuando deje la tropa seguiré siendo soldado porque siempre que yo escuche la música inconfundible y las vibrantes estrofas de nuestro himno nacional o me encuentre de civil al frente de la bandera, recordaré mi saludo y me descubriré la cabeza, en la posición de firmes y se me humedecerán los ojos.
Y aún cuando deje la tropa, seguiré siendo soldado porque siempre que perciba el batir de los tambores o el toque de las cornetas, o el trinar de los clarines, con el rodar de las piezas de artillería, y el trotar de los caballos, desearé salir tras ellos al lugar donde marchan.
Y aún cuando deje la tropa seguiré siendo soldado, porque siempre que la patria lo llegara a requerir, estaría sin vacilar con las armas en la mano junto a mis camaradas en la línea de combate.
Y aún cuando deje la tropa, moriré siendo soldado porque ya en mi testamento he dejado establecido que me lleven a la tumba con mi uniforme de campaña y como regio sudario para el eterno descanso de mis humildes despojos; que utilicen los colores de la gloriosa bandera que siempre encausó mi vida.

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Mensaje para los Kaibiles de parte del Genera Pablo Nuila Hub, el 30 de junio de 2018

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