Los roles de la policía y el ejército
La
estrategia para garantizar la seguridad de la ciudadanía ha tomado un giro
desde enero de 2017. El Consejo Nacional de Seguridad autorizó el plan para que
la Policía Nacional Civil (PNC) asuma completamente el rol de la seguridad de
los ciudadanos, por lo que autorizó el retiro gradual de la participación
militar en apoyo a la PNC para este cometido. Fue un proceso de planificación
que inició formalmente con una mesa técnica interministerial en mayo de 2016.
La base principal para la decisión final fue la confirmación del análisis y
estudios que indicaron que las capacidades profesionales, técnicas, de
investigación y equipamiento de la PNC son suficientes para tomar de manera
completa los roles que le corresponden sin presencia militar en las calles.
El siguiente paso fue que la PNC elaboró un estudio para analizar la incidencia criminal, determinando que únicamente necesitan del apoyo del ejército en treinta municipios que corresponden a cinco departamentos: Guatemala, Escuintla, Chiquimula, Izabal y Petén.
El siguiente paso fue que la PNC elaboró un estudio para analizar la incidencia criminal, determinando que únicamente necesitan del apoyo del ejército en treinta municipios que corresponden a cinco departamentos: Guatemala, Escuintla, Chiquimula, Izabal y Petén.
Fuerzas especiales de la policía rescataron rehenes en San Miguel Petapa
La
primera fase del plan, en enero 2017, consistió en que el ejército, distribuyó
los escuadrones del Cuerpo Especial de Reservas para la Seguridad Ciudadana
(CERSC), consistente en cuatro mil cuatrocientos elementos a los departamentos
requeridos. La segunda fase, consistirá en que la mitad de este personal será
retirada en abril de 2017 y se concentrarán en las zonas de frontera para
cumplir misiones de defensa de soberanía e integridad del territorio junto con
las unidades regulares de las brigadas militares de los departamentos
fronterizos. A su vez, cumplirán misiones de rescate, ayuda humanitaria ante
fenómenos de la naturaleza, cooperación integral e interinstitucional,
patrullaje de la biósfera, recursos naturales e infraestructura crítica. Otra
parte será asignada a funciones de apoyo a la infantería de marina, para que,
desplegados a lo largo de la línea costera, contribuyan a la interdicción de
embarcaciones que logren llegar al litoral marítimo guatemalteco.
La
tercera fase inicia en diciembre 2017, al retirar la totalidad de elementos de
seguridad ciudadana de las calles, dejando a la policía en control de la
seguridad ciudadana.
La
puesta en marcha de este plan ha generado diferentes pronunciamientos de la
sociedad y algunas entidades desde el inicio de su ejecución; argumentan que la
seguridad percibida hoy es, gracias a la presencia militar en las calles y
temen un repunte de la violencia. Sin embargo, a este respecto es conveniente
considerar dos aspectos.
El
primero es que la PNC trae un proceso de modernización y profesionalización de
varios años. A la fecha sus capacidades de investigación y prevención del
delito, ofrecen resultados mucho más concretos, especialmente en los casos de
alto impacto donde se ha observado la pronta captura de hechos delictivos. La
PNC reemplazará las mismas cantidades de elementos militares de seguridad
ciudadana que sean retirados, para que no existan vacíos que provoquen algún
repunte delincuencial. El segundo aspecto a considerar es que la presencia
militar no se está retirando completamente, sino que fue reubicada en su
primera fase y empezará a disminuir a partir de abril 2017. Las actividades
militares de seguridad ciudadana continuarán, pero bajo la conducción de la
PNC, a donde todas las entidades y sociedad en general podrán canalizar sus
requerimientos de presencia para seguridad, pero ya no directamente a los
destacamentos militares.
Ordenar
los roles policiales y del ejército traerá consigo el incremento de los niveles
de seguridad ciudadana, dado que permite una mejor coordinación
interinstitucional. Por ejemplo: Buena parte de la delincuencia en el
territorio se debe al tráfico de droga hacia el norte o venta al menudeo,
provocando luchas por ese mercado ilícito o luchas territoriales entre bandas o
pandillas que a eso se dedican. Fortaleciendo las capacidades navales de la
Marina de la Defensa Nacional se aumentaría la posibilidad de interceptación de
droga en el mar. De esta forma la droga ya no llega a los barrios o lugares de
tráfico terrestre, donde la PNC está a cargo, disminuyendo hechos de violencia
y secundado con esfuerzos para prevención del delito.
Igualmente,
como es el caso actual, en que las capacidades para el control del espacio
aéreo se han incrementado con la instalación de radares primarios a cargo de la
Fuerza Aérea Guatemalteca y en coordinación con Dirección General de
Aeronáutica Civil. De esta forma se evita, usando el mismo ejemplo, que vuelos
ilícitos con droga penetren el espacio aéreo.
La
gestión de este Teatro de Operaciones[1] para la seguridad se logra
cuando una fuerza militar terrestre en la frontera, equipada adecuadamente y
una PNC profesionalizada y modernizada en el interior, interactúan intercambiando
información con las fuerzas de mar y aire para contrarrestar amenazas como la
de nuestro ejemplo.
De
esta manera, retomar los roles correspondientes de cada institución, permitirá
el nivel de seguridad que alcance o mantenga el desarrollo deseado para el
país. Un sistema en el cual las autoridades en coordinación con el ministerio
público, pondrán a disposición del organismo judicial a todos aquellos
ciudadanos que cometan ilícitos.
Dicha
coordinación se logrará mediante una Política de Seguridad de la Nación, que
asigne a las instituciones de seguridad el presupuesto adecuado, según el tipo
de resultados en seguridad que el Congreso de la República requiera, dado que
es éste organismo el que aprueba dicho presupuesto.
Esa
es la importancia de que cada entidad tome su propio rol, como ya lo ha marcado
el inicio este plan para la reducción de la participación militar en seguridad
ciudadana.
[1]
Teatro de operaciones: espacio de aire, tierra y mar involucrado en las
operaciones que se están realizando.
Publicado en Siglo 21 del 30 de enero de 2017
Me parece un articulo muy oportuno por la claridad de la explicación y por la transparencia con que se maneja el Ejército de Guatemala al implementar el Sistema Integral de Planificación y Gestión de la Defensa.
ResponderBorrarExcelente planteamiento.
ResponderBorrarEs evidente que mediante el diálogo y la buena coordinación de las dos instituciones que hasta el momento habían tenido la responsabilidad conjunta de seguridad para la población guatemalteca, lograrán dar un paso importante en retirar de forma gradual a Seguridad Ciudadana, el proceso de la integración de la Policía Nacional Civil (PNC) en sus funciones a 100% era un tema que había quedado establecido cuando inicio el trabajo conjunto de Ejército y PNC, dado que se cumplió el tiempo y creció en recurso humano y material, es momento que la PNC actúe en base a la capacidad (que ya poseen), demostradas en los exitosos operativos.
ResponderBorrarLo más importante es que las unidades militares sean empleadas de forma adecuada según el rol que les corresponde, como proteger las fronteras, una acción que a distancia ayudaria a reducir los ingresos fuertes de narcotrafico formador del crimen organizado y delincuencia común, al no obtener el insumo principal para la negociación (compra y venta) de estos grupos, que amenazan con extorsiones, secuestros, robos, violaciones y lucha de áreas entre maras. Actualmente el Ejército de Guatemala trabaja para combatir estas amenazas, sin embargo el trabajo seria aun más exitoso al reforzar las fronteras.
Es importante tomar en cuenta que nunca se dejará de hacer un trabajo conjunto (Ejército y PNC cada uno en sus funciones y área de responsabilidad), con la buena coordinación para combatir la inseguridad. La desición que ambos ministerios están tomando suman a los resultados en beneficio de Guatemala. Un país seguro despierta el interés de inversión nacional e internacional, generando fuentes de empleo y mejor desarrollo social.
Realmente positivo el siguiente paso del Ejército de Guatemala en relación a la seguridad de los centros de detención, se debe emplear a las unidades que fueron creadas para tal fin (Sistema Penitenciario). El uso de instalaciones militares para centros de detención es otro tema que debería ser tomado en cuenta, dado que en una condición de conflicto o amenaza las instalaciones militares son objetivos militares para su toma o destrucción, poniendo en riesgo la seguridad de los que allí habitan.