Promoción 107, Escuela Politécnica de Guatemala
El 20 de diciembre de 2011 la promoción 107 de Caballeros Cadetes de la Escuela Politécnica cumplió 25 años de haberse graduado como oficiales del Ejército de Guatemala. La Junta Directiva de la asociación "Promoción 107" tuvo a su cargo la organización de las siguientes actividades en conmemoración de esta fecha:
- Actos protocolarios en la Escuela Politécnica con la presencia del Sub Director y una compañía de Caballeros Cadetes.
- Recorrido por las instalaciones.
- Rifa de regalos entre las familias
- Alojamiento para cada integrante de la promoción y su distinguida esposa en el Hotel Clarion Suites de la Ciudad de Guatemala
- Cena especial
- Fiesta conmemorativa
- Desayuno especial
En representación del Alto Mando del Ejército de Guatemala, asistió a las actividades el Señor General de Brigada Eduardo Manuel Morales Alvarez, Sub Jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional.
Discurso pronunciado por el Coronel de Infantería DEM Juan Chiroy Sal, Presidente de la Junta Directiva de la asociación "Promoción 107" durante los actos protocolarios en la Escuela Politécnica.
En primer lugar quiero
darle gracias a Dios, por permitirnos estar reunidos en este lugar, donde hace 28 años, 277 jóvenes adolecentes ingresáramos por primera vez
estas instalaciones y que al cruzar la guardia de prevención, lo primero que
observamos fue la frase: “AQUÍ SE PREPARAN LOS HIJOS PREDILECTOS DEL HONOR EL
DEBER Y LA GLORIA”.
Todos veníamos con el
sueño de abrazar la carrera de las armas, sin saber realmente como era este
mundo; un mundo donde, de la noche a la mañana nuestro sistema de vida cambió radicalmente, sometiéndonos a un horario extremo, donde se vivía una vida disciplinada.
El toque de Diana (levantada) era a las cuatro de la mañana, para dar paso al sagrado e infaltable acondicionamiento físico. Esto representaba una pesadilla para nuestras vidas por la falta de costumbre, pero así iniciaba un día normal
y finalizaba a las nueve de la noche (sólo para aquellos bien portados; otros en cambio, debíamos continuar unas
horas más de preparación física).
Realmente para la edad que contábamos
que era entre 15 y 18 años promedio, requería de mucho criterio y madurez para
soportar la fatiga en función de la meta buscada, sin embargo, con el pasar del tiempo, unos nos adaptamos,
otros se dieron cuenta que la carrera de las armas no era el destino para ellos.
De esta manera, que hace
25 años, esta Madre, Gloriosa y Centenaria Escuela Politécnica, estaba
graduando a sesenta y seis (66) Ciudadanos Guatemaltecos y dos (2) Ciudadanos
de la hermana República de El Salvador.
Nos graduamos el 20 de diciembre de 1986, fecha de mucha alegría y de grandes satisfacciones
por haber alcanzado el objetivo final, sin saber que ese día estábamos
asumiendo una responsabilidad mas grande, porque teníamos la misión de conducir soldados. A partir de ese momento nuestras faltas no representarían un castigo físico sino que una
vida humana.
Sin embargo, los sesenta
y (66) nuevos Oficiales estábamos optimistas por hacer un buen trabajo, confiábamos en la calidad de la formación militar recibida. Nuestros instructores fueron los mejores en ese momento, nos inculcaron mucho
el amor a la Patria, la abnegación, el compañerismos y el sacrificio en servicio a Nuestra Amada Guatemala; en fin contábamos con una gama de conocimientos y experiencias que
hasta la fecha prevalece en nuestras mentes y corazones.
Recuerdo el día en
que nos graduamos cuando un Oficial Instructor reunió a la promoción y pronuncio
estas palabras: “Señores Oficiales recién graduados, aprovechen a saludarse
el día de hoy y disfruten de sus actividades, porque a partir del día de mañana
ya nunca más volverán a estar juntos”, palabras sabias, ya que hasta el día
de hoy nunca más hemos tenido la oportunidad de compartir juntos los 68
graduandos de aquel entonces. A pesar de que nuestra promoción se ha
caracterizado por mantenerse unida desde que nos graduamos, nunca hemos logrado
convocar a todos los adolescentes de aquella época.
Cabe mencionar con
mucha tristeza, que al día de hoy, catorce (14) Oficiales de nuestra promoción,
nos han precedido hacia el infinito, por quienes pido de todo corazón, que el Señor,
Nuestro Dios Todopoderoso, los tenga en su Santa Gloria.
Otros en cambio, se
encuentran fuera de nuestras fronteras, representando dignamente al Estado de
Guatemala ante la Organización de Naciones Unidas.
También existe un gran número
de compañeros que por azares del destino
se encuentran en la Honrosa situación de retiro, unos desempeñando cargos Públicos, otros trabajando en sus empresas. Más sin embargo, hemos tratado de mantener la
comunicación con ellos y es por eso que el día de hoy nos honran con su
presencia catorce (14) compañeros y sus distinguidas
familias, realmente esto es halagador.
Sólo con el hecho de convocar a treinta y cinco (35) miembros de la promoción
para participar en este acto trascendental, con la finalidad de recordar
nuestro paso por esta Amada, Gloriosa y Centenaria Escuela Politécnica es
motivo de satisfacción y halago.
También quiero
agradecer a nuestros padres, que en el momento más difícil de nuestra
formación, nos dieron su apoyo moral, ya que sin el incondicional apoyo de
ustedes, tal vez muchos de nosotros no hubiésemos logrado alcanzar nuestro objetivo
de graduarnos como Oficiales de Nuestro Glorioso Ejército de Guatemala.
Consideramos
que en esa oportunidad, muchos de nosotros ni siquiera conocíamos a nuestras
esposas, pero las que sí nos conocieron como cadetes fueron en determinado momento, nuestro paño de lágrimas.
Queridos Padres: Gracias... infinitamente gracias. Estamos conscientes que
por el esfuerzo de ustedes es que nuestras esposas e hijos tienen hoy un sistema de vida acorde a nuestra condición. A todos aquellos Padres que se
encuentran ya descansando en el seno del Nuestro Señor, les enviamos nuestro
agradecimiento hacia el infinito y flores sobre sus tumbas asimismo oramos para
que nuestro Padre celestial les guarde en un lugar privilegiado.
A ustedes amadas
esposas, también mil gracias porque al desprendernos de nuestros Padres para
contraer matrimonio, ustedes asumieron esa responsabilidad de mantener el apoyo
incondicional hacia nuestro trabajo. Estamos conscientes que en un momento
determinado se vieron en la necesidad de tomar decisiones de papá y mamá,
mientras que nosotros estábamos cumpliendo la misión que la patria nos lo
demandaba, asimismo por esa paciencia
que nos han tenido, cuando nos sentíamos presionados en nuestro trabajo o en
nuestros cursos de profesionalización, que a todos nos ha tocado
vivir. Gracias por compartir los momentos de felicidad y los momentos de
tristeza que en ocasiones hemos vivido.
A ustedes hijos,
también les damos gracias por darnos la oportunidad de ser padres y sepan que
ustedes han sido el centro de gravedad de nuestras vidas, la existencia de
ustedes le da vida a nuestro hogar, pero también tenemos grandes
expectativas de ustedes esperando que lleguen a ser ciudadanos de bien, para la
sociedad guatemalteca, eso demandamos de ustedes.
A ustedes cadetes de
hoy, la Patria demanda de ustedes, Espíritu de Patriotismo, Abnegación, lealtad
y Sacrificio. Esto se adquiere durante su formación, por lo que es necesario que
pongan todo de su parte para que el día de mañana la patria se los pueda
agradecer, aprovechen este periodo de convivencia, porque el día de mañana después
de que se gradúen van a desear reunirse y eso va a ser imposible. Hoy es el
momento de mantener el compañerismo, la camaradería, porque lo que ustedes
siembren hoy en su formación, lo cosecharan mañana ya de Oficiales.
Señor sub Director de
esta Gloriosa y Centenaria Escuela Politécnica, en nombre de la
promoción 107 de Caballeros Cadetes, le expresamos nuestro sincero
agradecimiento, por el apoyo incondicional que nos ha proporcionado para llevar
a cabo nuestro evento. Así mismo por darnos la oportunidad de rendirle los
honores a nuestra Madre Escuela Politécnica que nos vio nacer como ciudadanos y
Oficiales del Ejército de Guatemala.
A los integrantes de
la Promoción 107 de Caballeros Cadetes, en nombre de la Junta Directiva, quiero
patentizarles nuestra sincera felicitación y a la vez darle gracias a Dios
por darnos la oportunidad de llegar a este día tan especial, esperando que sea
un día de recuerdos y de satisfacciones tanto en el ámbito militar como en el
ámbito personal y familiar, que Dios nos Bendiga y que ese compañerismo que nos
ha caracterizado, permanezca hoy, mañana y siempre en nuestros corazones.
Recordando siempre
la frase de Bernardo Garrido y Agustino, primer Director de la Escuela Politécnica: “CABALLEROS CADETES, SED DIGNOS PERO TAMBIÉN SED ESTOICOS”
“QUE
DIOS LES BENDIGA HOY Y SIEMPRE”
“MUCHAS
GRACIAS”