28 de junio de 2007

30 de junio, día del Ejército de Guatemala



El 30 de junio de cada año se celebra el día del Ejército de Guatemala. Se conmemora esta fecha porque en el año 1871 los Generales Miguel García Granados y Justo Rufino Barrios, ingresaron triunfantes en la capital guatemalteca durante la revolución contra el dictador Vicente Cerna.

Tanto García Granados como Barrios impulsaron importantes reformas en el país en aquella época y fue el General Barrios quien fundó y organizó en sus inicios el Ejército de Guatemala, dotando al país de una academia militar que formara oficiales profesionales: La Escuela Politécnica fundada en 1873.

Desde entonces cada 30 de junio se conmemora un aniversario más. Como parte de las celebraciones en 2007, la Brigada de Fuerzas Especiales desarrolló diferentes actividades militares conmemorativas como: pistas de reacción con fusil y pistola, competencia de marchas forzadas con equipo completo de combate, competencia de paso de pista de la obstáculos y competencia de destrezas militares de fuerzas especiales.






También se desarrollaron competencias deportivas entre lo que destaca que la Brigada Kaibil ocupó el primer lugar de la cuadrangular de fútbol y voleibol entre comandos militares del norte del país.


Las actividades finalizan el 30 de junio con un desfile militar en el municipio de Poptún y una presentación especial de destrezas militares en el complejo deportivo.



También se recibió la visita del General de Brigada en situación de retiro Pablo Nuila Hub, quien en 1974 cuando tenía el grado de mayor, fundó el curso Kaibil, creando así toda una generación de soldados especiales en el Ejército de Guatemala, que han significado la máxima representación del carácter, el honor, eficiencia en combate y en tiempos de paz constituyen la elite de las tropas de choque dentro del Ejército.

El General Nuila es un reconocido líder militar, condecorado y recordado por sus sólidas convicciones morales y fiel guardián desde su grande cúmulo de experiencia de la preservación de los más caros principios y valores militares. Es conocido como el Kaibil 001.


Discurso de la Señora Vice alcaldesa del Municipio de Poptún, Petén, Doña Adalgiza Trujillo de Chihuela, en ocasión del CXXXVI Aniversario del Ejército de Guatemala.
Señor Comandante
Oficiales superiores, Oficiales subalternos
Especialistas. y personal de tropa

El día de hoy, 30 de junio, en todas las Brigadas, Zonas, Comandancias y todas las instancias militares, se celebra un aniversario más de la gesta revolucionaria y del Ejército Nacional

Y después de observar este vistoso desfile, no pude evitar el evocar y retroceder en el tiempo y en mi memoria y recordar los tiempos estudiantiles, en donde al compás de redoblantes y tambores nuestros zapatos de estudiantes se unían a las botas militares para que a un solo paso y braceo saludáramos a la patria en su aniversario y del ejercito.

No sé si habrá valido la pena dejar de practicar por parte de la sociedad civil estas costumbres tan patrióticas en donde se demostraba amor a la patria

Hoy, como lo mencionó el Coronel, Poptún, también esta de fiesta, Poptún también se viste de gala, y como poptuneca me siento realmente orgullosa de que éste pueblo sea el hogar, la sede y cuna de los Kaibiles, fuerzas elite y única en su género del Ejército de Guatemala, en donde se forjan hombres de honor y de valor

Señor Comandante, reciba por mi medio un saludo en nombre de la municipalidad y del pueblo de Poptún, un saludo lleno de respeto, lleno de admiración y de amistad sincera, sabemos que la sociedad civil y el pueblo cuenta siempre con ustedes, y con su protección.

PORQUE UN SOLDADO ES: Un hijo, un amigo, un hermano.¡Que Dios los bendiga, felicidades en su día soldados guatemaltecos!







19 de junio de 2007

Fortalecimiento del poder civil


Esta frase se refiere supuestamente al poder relativo entre los grupos civiles y el militar. El tema es herencia de la finalización del enfrentamiento armado interno y el temor por el auge de una hegemonía militar, común denominador de la historia de Guatemala hasta 1985, temor por cierto sin razón de ser.

El razonamiento que ha parecido lógico hasta hoy es: si se reduce el poder militar aumenta el poder civil. De allí la pregunta de algunos sectores ¿Cómo minimizar – aún más – el poder militar?

La respuesta más simple es llevar al máximo el poder civil en relación con el sector militar. Pero el problema es que los grupos civiles son demasiados, varían en carácter e intereses. Esto hace imposible llevar al máximo su poder como un todo respecto a los militares.

Samuel P. Huntington llama a esto: Control civil subjetivo; debido a que el concepto de control civil varía de acuerdo a los intereses de cada grupo de civiles. En consecuencia el poder civil se trata de relaciones de poder entre grupos civiles.

Llevar al máximo el poder civil, forzosamente implica llevar al máximo el poder de algún grupo o grupos civiles particulares.

Aquí surge un escenario: grupos civiles con poder – e influencia en el uso del poder militar – pero sin apoyo de las mayorías luchan con otros grupos que supuestamente si tienen el apoyo de las mayorías.

Entonces los grupos civiles pequeños, con apoyo de las mayorías, que carecen de poder sobre las fuerzas militares utilizan la consigna de “fortalecer el poder civil” pero como una estrategia en su lucha con otros grupos civiles que si tienen ese poder.

El fortalecimiento del poder civil se usa entonces, ya no como un medio para reducir el poder militar, sino para recortar el poder del otro grupo civil.

Huntington propone entonces un “Control civil objetivo”. Este consiste en llevar al máximo el profesionalismo militar. Militarizar a los militares. Esto los convierte en una verdadera herramienta del Estado.

Profesionalizando a los militares, se les mantiene dedicados y ocupados en la aplicación de sus conocimientos profesionales y las nuevas tecnologías adquiridas: en las tropas, en el entrenamiento diario y en el análisis constante de los posibles escenarios que atañen la seguridad nacional hasta donde se lo enmarca la constitución política de la república.

De esta forma el control civil objetivo reconoce que profesionalizando a los militares se reduce el poder militar, porque el militar se vuelve políticamente estéril y neutral – sostiene Huntington –.

La profesionalización del cuerpo de oficiales del ejército produce el nivel mas bajo posible de poder político militar respecto de todos los grupos civiles. Un ejército profesional llevará adelante los deseos de cualquier grupo político que tenga la autoridad legítima dentro del Estado.

Una vez llevado el profesionalismo militar al máximo, cualquier reducción del poder militar solo redunda en beneficio del algún grupo civil particular ya sea por su ideología, sus intereses, sus metas. Solo refuerza el poder de dicho grupo en su lucha contra otros grupos civiles.

Con la profesionalización militar, el fortalecimiento del poder civil se eleva de una simple consigna política que enmascara intereses de grupo a un concepto analítico independiente y consensuado.

El control civil subjetivo presupone conflictos entre grupos civiles. La disminución del poder militar más allá del punto al cual el profesionalismo militar es llevado al máximo, puede desembocar en el aumento de poder de grupos civiles mucho más conflictivos.

“El control civil objetivo no sólo reduce el poder de los militares al nivel más bajo posible frente a todos los grupos civiles, sino que también lleva al máximo la probabilidad de contar con medios para garantizar la seguridad”.


Fuente: Huntington, Samuel P (1995); “El Soldado y el Estado”; Argentina, Grupo Editor Latinoamericano.

Distintivo de las Fuerzas Especiales del Ejército de Guatemala




Cuerda amarillo (borde)
Significa la unión, hermandad Kaibil y las operaciones diurnas para las que está capacitado.

Fondo negro
Operaciones nocturnas de incursión, infiltración y emboscadas.

Letra “F” y “E”
Significa Fuerza Especial

Boina púrpura
Ubicada en el centro del fondo negro, es el símbolo de identificación y mística de los Kaibiles.

Flecha amarilla
Silenciosa, rápida, sorpresiva, letal. Tales son las características de las fuerzas especiales Kaibil. La punta de la flecha representa una unidad de vanguardia por ser la fuerza elite del Ejército de Guatemala. También representa que se trata de una unidad de penetración y su forma muestra la formación básica de combate de la unidad. La parte posterior de la flecha posee siete plumas separadas que representan las siete especialidades de cada escuadra de fuerzas especiales guatemaltecas: Experto en inteligencia de combate y operador psicológico, experto en armas, francotirador, enfermero, explosivista, granadero y operador de medios de transmisiones.

Forma pentagonal irregular
Cada lado significa los cinco sentidos alertas del Kaibil: Vista, oído, gusto, tacto y olfato; y cinco aspectos de combate: Abrigo y encubrimiento, búsqueda de blancos, selección de blancos, control a todo nivel y en todo momento, Maniobra a orden.

Encuestas

¿Cree usted que el ejército de Guatemala cumple en la actualidad su papel de servicio a la sociedad?

Eficiente y profesionalmente
Eficiente pero debe involucrarse más
Le falta profesionalimso
Deficiente
= see results =




¿Debe suprimirse el Ejército de Guatemala y dejar sin ninguna posibilidad de apoyo a una fuerza de seguridad civil cuando una amenaza que enfrente pudiera sobrepasar su capacidad de reacción y que además no posee un centro de formación profesional?
Si
No
= see results =

8 de junio de 2007

La compañía contraterrorista


Aunque el terrorismo como tal es muy antiguo, el entrenamiento especializado en contra de este, es un poco más reciente. La mayor experiencia contraterrorista la tienen algunos países de Asia y Europa. En Guatemala durante el enfrentamiento armado interno finalizado en 1996, la URNG llevó a cabo atentados terroristas contra personas, bienes del estado y propiedad privada.







El Ejército de Guatemala enfrentó esta amenaza con sus unidades regulares y sus fuerzas especiales. Ambas contaban con entrenamiento especializado en contraguerrillas, selva y montaña. No existía el combate urbano pues este se daba en las zonas montañosas del país y la estrategia consistió en la búsqueda y captura de los delincuentes terroristas.



El entrenamiento formal contraterrorista inició en Guatemala en el año 1999 en la Brigada de Fuerzas Especiales “Kaibil”.


Se recibió asesoría de países como Israel y Estados Unidos para la elaboración de programas de instrucción y adquisición de equipo especial. El 1 de octubre de 2003 se creó formalmente el pelotón contraterrorista que fue conformado con Kaibiles del Batallón de Fuerzas Especiales.

La experiencia en este tipo de entrenamiento ha permitido que a la fecha se cuente con una compañía contraterrorista, que además de combatir esta amenaza puede cumplir misiones de combate urbano, rescate de rehenes, operaciones contra el narcotráfico y crimen organizado en general. Este nivel de entrenamiento y especialización no impide que la unidad esté en capacidad de realizar operaciones en selva y montaña como las dos compañías de Fuerzas Especiales con que también cuenta la Brigada en Poptún, Petén.







El entrenamiento abarca antiterrorismo, contraterrorismo, generalidades de negociación, rescate de rehenes, aspectos psicológicos de la fuerza contraterrorista, de los terroristas y de las victimas dentro de una situación de este tipo, asalto de inmuebles, ascenso y descenso de edificios y aeronaves, técnicas de francotirador, especialización en explosivos y demoliciones, reacción con diferentes armas automáticas, armas defensivas, arma blanca y técnicas de defensa personal.

Dentro de las conductas contraterroristas se estudian además la conducta del secuestrador, el negociador, el asaltante de bancos y el suicida; todas en cada una de sus fases desde que están planificando las acciones, tipos de contactos y preparativos que realizan hasta el momento en que entran en pánico por verse copados por la fuerza de seguridad.

Pese a que la misión de la unidad es puramente operativa, los Kaibiles contraterroristas reciben nociones sobre el proceso de investigación y búsqueda de información e inteligencia, partiendo de indicios que los terroristas dejan involuntariamente. Estos datos sirven para identificar a los jefes operativos , intelectuales o financistas de los actos de terrorismo.



Entre el armamento que posee esta unidad se puede mencionar fusiles de asalto, lanza granadas, granadas de mano, sub ametralladoras, escopetas y fusiles de francotirador.



Dentro del equipo se puede mencionar chaleco blindado, casco, equipo de protección corporal, anteojos protectores, batones eléctricos, equipo para descenso, equipo especial para asalto a inmuebles (rompimiento, cables, guantes, herramienta), visores nocturnos, micro cámara, cámara de video, cámara fotográfica, designadores láser y equipo de comunicación.

La unidad contraterrorista debe mantener un acondicionamiento físico sobresaliente para lo cual se desarrollan programas de sostenimiento para mantener a la unidad en el nivel óptimo listos para entrar en acción.




La compañía contraterrorista está en capacidad de operar en cualquier parte del territorio nacional con el propósito de prevenir, evitar o responder cualquier amenaza terrorista.



Existen a otro nivel –fuera de Brigada de Fuerzas Especiales – dependencias militares que colaboran en la lucha contraterrorista efectuando análisis de información, coordinación con otras fuerzas de seguridad civil y una unidad antibombas que entre su equipo posee caninos entrenados.

2 de junio de 2007

Mentalidad Militar


La cultura y modo de pensar que caracteriza a una persona, pueblo o generación se le denomina “mentalidad”. En el caso de la mentalidad militar y aplicándolo a los integrantes de una institución – como lo es el Ejército de Guatemala – es recomendable analizarla también en su sustancia; es decir sus actitudes, sus valores, su visión.

Algunas personas en Guatemala siguen – hoy día – identificando a un militar con actitudes de autoritarismo y belicosidad. Otros valoran y juzgan la mentalidad actual en base a la opinión que tienen sobre el papel desempeñado durante el enfrentamiento armado interno que finalizó en Guatemala hace diez años. Ya en períodos posteriores a la firma de la paz se ha descalificado algunas veces por supuestos delitos cometidos por militares – muchos de estos hechos se conocieron en base a rumores – pero que indebidamente se endosan a la conducta individual de todos lo miembros del ejército.

Algunos otros concluyen que la mentalidad militar no es flexible, tolerante, intuitiva ni emotiva. Al margen que si tal criterio es preciso, la función militar bien pudiera dar surgimiento a tales cualidades, pero se trata de una excepción y no de una regla.

Desde la finalización del enfrentamiento armado interno en 1996, el Ejército de Guatemala ha venido desarrollando lo que después de diez años constituye toda una estrategia sin precedentes para la reestructuración, profesionalización y modernización de un ejército en tiempo de paz. Estrategia que sigue vigente, en marcha y perfeccionándose con el paso del tiempo.

La actitud de los militares en este período, llamado por algunos: de post guerra, ha respondido a la estrategia planteada y ha conducido a los integrantes del ejército a desarrollar hábitos distintivos y persistentes de pensamiento: una ética profesional. La práctica de esta nueva mentalidad le ha dado al ejército de Guatemala una perspectiva única que lo ha llevado a racionalizar su papel y su comportamiento. Una nueva “perspectiva militar”.

Por eso los valores y actitudes son parte de la ética profesional militar actual. Desde antes de la firma de la paz, las guías de comando dentro del ejército, claramente han exigido durante la conducción de operaciones, una conducta con apego a la ley vigente, el respeto a los derechos humanos y al estado de derecho. Es difusa la línea de partida de este proceso de cambio de mentalidad. Para algunos cuatro, siete y hasta nueve años atrás desde 1996.

La mentalidad militar actual considera la lealtad y la obediencia como las virtudes militares más altas. Estas son esenciales para que un ejército sea un instrumento eficaz de la política estatal. Este es el espíritu del acuerdo de paz “Fortalecimiento del poder civil y papel del ejército en una sociedad democrática”. El control civil existe cuando hay una subordinación adecuada de una profesión autónoma a los fines de la política.

La política viene de un nivel superior (comandante general, el presidente) y para garantizar la subordinación adecuada la profesión militar debe estar organizada según una jerarquía de obediencia que asegure a su vez, obediencia instantánea y leal de los niveles subordinados. Los oficiales militares, profesionales en su campo, son el instrumento del Estado para asegurar la obediencia de las tropas.

Una mentalidad basada en lealtad y obediencia es base para el desempeño del ejército. Cuando un militar recibe una orden “legal” de un superior, no aduce, no duda, no la sustituye por sus propios puntos de vista, porque la orden tiene un carácter profesional. No tiene ninguna relación con comentarios que califican a un militar como robot, que solo hace lo que se le ordena sin pensar.

La sociedad puede descansar en que un oficial razona el contenido de sus órdenes. La profesión militar capacita al oficial desde los inicios de su carrera para juzgar y aplicar patrones éticos. Es un hombre libre y moralmente responsable de sus acciones.

La mentalidad profesional de los oficiales se consolida en la medida que su lealtad es fiel al ideal militar, al individuo, al ideal del buen soldado, a sus tradiciones militares y al espíritu de cuerpo de su unidad.

¿Por qué los oficiales son el instrumento del estado para asegurar la obediencia de las tropas? Un soldado en Guatemala debe prestar veinticuatro meses de servicio, si lo desea. Difícilmente llegue a desarrollar en este tiempo una motivación o un sentido de responsabilidad profesional como el que se inculca actualmente a los oficiales en los centros de formación y profesionalización militares.

Esta diferencia disminuye con un liderazgo apropiado que transmita a las tropas los ideales y valores que podrán aplicar aún después que completen su tiempo de servicio militar reglamentario.

Por eso, en el caso de los oficiales, sólo si se está motivado por ideales militares las fuerzas armadas serán servidores obedientes del Estado y el control civil estará asegurado.

Por eso, muchos analistas en Guatemala, abogan en favor del apoyo de militares en las fuerzas de seguridad civil para resolver los problemas de seguridad; es por sus actitudes derivadas de una sólida formación. El Ejército de Guatemala se considera eficaz porque posee un cuerpo de oficiales competente que está motivado por ideales más que por metas políticas o ideológicas.

–¡Pero vea el caso de fulano! –, – ¿Y qué me dice de lo que hizo zutano? –. El problema no es simple. Han habido hombres en la historia y en todos los campos profesionales y no profesionales, que rechazan los reclamos privados de la conciencia; el sistema legal está a disposición.

Con todo esto, el militar profesional se adherirá a la ética profesional. El Ejército de Guatemala existe para servir al estado. Los militares no deciden, es el pueblo y los políticos, la opinión pública y el gobierno, los que deciden como emplear sus fuerzas militares.

La ciencia militar es una zona en la cual la competencia especializada adquirida por el entrenamiento y la experiencia profesional es necesaria para la toma de decisiones y la acción.

Esta es una razón que justifica la existencia de una fuerza militar. Por tanto es saludable para un hombre de Estado, considerar al menos, los juicios de los militares profesionales que poseen una mentalidad deseable por la sociedad a la que sirven. Aún cuando esta sociedad no lo reconoce o no lo acepta.

Fuente consultada
Huntington, Samuel P (1995); “El Soldado y el Estado”; Argentina, Grupo Editor Latinoamericano