Desafíos a la Seguridad: La captura de un Estado
La amenaza a la seguridad agobia hoy a los países. Básicamente la amenaza gira alrededor de las bandas criminales organizadas. Estas bandas no buscan llegar al poder por la lucha armada al estilo de lo que en su tiempo fue la “amenaza comunista” durante la guerra fría; época en que los grupos, al menos, declaraban abiertamente su intención aunque actuaban desde la clandestinidad.
El crimen organizado busca el poder total, el control total, de una manera mucho más sutil y peligrosa porque busca penetrar las instituciones, hacerse del control de éstas para sus propios fines ilegales, creando verdaderas redes de impunidad.
De esta forma se ve afectada la institucionalidad de los Estados. La institucionalidad está representada en las organizaciones fundamentales, que mediante su actuar provee y mantiene un orden establecido para lograr desarrollo, servicio al público y seguridad de los ciudadanos.
Todas las instituciones están expuestas a esta amenaza. Pero existen indicios para identificar los ataques o intentos por controlar las instituciones.
El crimen organizado planifica acciones contra las instituciones encargadas de proveer seguridad en los Estados, siguen más o menos un proceso como el siguiente:
DISPERSAR
DIVIDIR
INFILTRAR
CORROMPER
DESACREDITAR
La dispersión la promueven los grupos criminales cuando influyen en sectores – usualmente políticos – para abrir múltiples sedes en un área geográfica para ejercer control, pero sin considerar que la institución tiene muy poco efectivo (cantidad de elementos) y sin equipamiento adecuado para enfrentar grupos armados ilegales que si poseen medios de movilidad con blindaje, poder de fuego y comunicaciones. Dispersar así una fuerza en clara condición de desventaja, la debilita volviéndola inoperante para poder cumplir con su misión.
El crimen organizado también buscará por medios políticos influir para negar la asignación de recursos financieros necesarios que permitan un equipamiento adecuado, que permita enfrentar la amenaza a la seguridad de manera eficiente. La institución tiene presencia por todos lados pero incapacitada para operar.
Los criterios dentro de los liderazgos de la institución respecto a esta situación son diversos. Se corre el riesgo de formarse una mala interpretación y falta de certeza respecto si los mandos tienen conciencia de la real situación. Esto comienza a crear murmuración y consecuentemente la “división interna” producto de la falta de información. Una institución que se divide comienza a ser vulnerable. El cumplimiento de las misiones se hace más difícil por causa de las precarias condiciones logísticas, equipamiento y medios para entrenamiento.
La formación, valores y moral de los miembros de la institución es una de las principales armas para contraatacar la división interna. Igualmente la confianza en los mandos. Aclarar si es necesario que no es actitud desleal o que se ignoren las necesidades, sino la clara influencia del crimen organizado, en ambientes externos a la institución, que buscan favorecer sus planes criminales (si así fuera el caso). La división es producida en un alto porcentaje por falta de información de este tipo.
El siguiente paso del crimen organizado es infiltrar la institución. Las organizaciones del crimen comisionan personas para desempeñar cargos en la institución a infiltrar o promueven nombramientos en todos los niveles con el fin de contribuir a los planes criminales. Utilizan la extorsión, la amenaza o el soborno para ubicar “piezas” clave para lograr sus fines ilegales. Otra manera de infiltrar es la compra de información para adelantarse a las operaciones de las instituciones que buscan neutralizar la amenaza a la seguridad.
Como consecuencia del aumento de personas infiltradas por las bandas y el incremento de actos ilegales cometidos por miembros de la institución en el cumplimiento de sus obligaciones la institución se corrompe. Una institución está corrompida cuando ha perdido su credibilidad y el respeto de la sociedad a la que sirve, porque sus miembros, individual o colectivamente, no tienen preocupación en que se les perciba como corruptos. También se caracteriza porque es muy difícil comprobar los hechos para deducir responsabilidades por la vía penal.
El ataque a la institución se consolida con la desacreditación de sus miembros y sus líderes. Utilizan la calumnia, la difamación y el rumor. Los infiltrados juegan un papel importante al tergiversar información divulgando hechos con información a medias que apresura una conclusión equivocada en la opinión pública.
Las publicaciones anónimas de actos de corrupción también desacreditan. La desacreditación debilita y conduce a la inoperancia de la institución, su ineficiencia e improductividad.
Rescatar la institucionalidad es una frase que significa que la sociedad recupere la confianza en sus instituciones.
Rescatar la institucionalidad es tarea de cada miembro de la institución cumpliendo con sus obligaciones con honestidad y como corresponde. Aplicar el concepto de principios y valores en grupo, esto es: el error o acto ilegal de uno compromete a todos. La unidad de esfuerzo y la unidad conceptual para cumplir la misión, haciendo uso de la crítica para mejorar y la tecnología disponible, hará la diferencia pese a las limitaciones. Seguir esta guía de trabajo evidencia una “actitud” adecuada para cumplir la misión mientras se equipa adecuadamente a la institución.
La intención política por resolver una problemática nacional puede determinarse por la prioridad con que son asignados recursos financieros para la obtención de medios para las instituciones.