Operaciones de Paz, un beneficio para el Estado de Guatemala

El Estado de Guatemala es miembro de las Naciones Unidas y como tal es signatario de la Carta de Naciones Unidas, por ello tiene el compromiso de colaborar con esta organización internacional en los esfuerzos por atender las necesidades para el mantenimiento de la paz mundial.

La participación de Guatemala en las Operaciones de Mantenimiento de la Paz, se encuentra entre las responsabilidades de la Subdirección de Política Multilateral para Naciones Unidas del Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala, quien asesora y coordina con las instituciones gubernamentales competentes, las acciones requeridas en apoyo a dichas operaciones.

Asimismo, coordina acciones entre el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas (DPKO) y el Ministerio de la Defensa Nacional de Guatemala.

A la fecha, el Gobierno de Guatemala ha empeñado dos contingentes militares en Operaciones de Paz: MINUSTAH en la República de Haití y MONUC en la República Democrática del Congo; así como un número significativo de Oficiales como miembros de estados mayores y observadores militares en la ONU, Sudán, Líbano, Nepal, Etiopía, Congo, Haití y Costa de Marfil.

En el campo político, la globalización requiere la participación de los Estados en los temas de interés mundial y los países que logran traspasar sus fronteras mediante la proyección de su cultura, su comercio o sus fuerzas armadas en las operaciones de paz, están emitiendo vectores de poder que permiten el logro de objetivos estratégicos en materia de seguridad y desarrollo.

Guatemala a través de los contingentes, ha logrado proyectarse al mundo como un Estado que exporta la paz, ha ganado espacios de poder a nivel continental y ha sido tomado en cuenta para ocupar espacios a nivel mundial, como fue el caso cuando concursó para obtener un puesto en el Concejo de Seguridad de la ONU.

En Julio del 2007 el diplomático guatemalteco Edmond Mulet fue nombrado como subsecretario general del Departamento de Operaciones de Mantenimiento de Paz (DPKO) en las Naciones Unidas, encontrándose actualmente como Jefe de la Misión de la ONU en Haití. Una posición de poder que pese a los méritos como diplomático del citado personaje, hubiese sido muy difícil de alcanzar si Guatemala no participara en estas misiones.

La participación en misiones de paz de la ONU representa no solo el cumplimiento de compromisos como miembro de esa organización, sino la evidencia de una actitud de involucramiento y participación en los esfuerzos de paz a nivel mundial y de respeto por los derechos humanos.

En el campo económico por ejemplo, el Estado tiene oportunidad de maniobrar diplomáticamente para lograr dictámenes favorables en materia económica como créditos, disposiciones referentes al Tratado de Libre Comercio, informes y análisis económicos que generan confianza para inversión en el país. Actualmente la Unión Europea busca establecer relaciones comerciales con el bloque centroamericano. Participar en operaciones de paz es una buena carta de presentación.

Ser un Estado condescendiente políticamente al participar en operaciones de paz, abre la oportunidad por ejemplo para gestionar ante Estados Unidos facilidades en el tema de su política migratoria, que representa el flujo sostenido de remesas hacia Guatemala.

La ONU tiene influencia sobre países industrializados, estos pueden aplicar políticas económicas que favorezcan a Guatemala. El Consejo de Seguridad Económica y Social de la ONU, puede emitir fallos favorables y recomendaciones en los debates del Fondo Monetario Internacional (FMI) donde los intereses financieros de los países industrializados pueden orientarse hacia la economía guatemalteca.

Las repercusiones económicas por participar en operaciones de paz llevarán a Guatemala a involucrarse en la globalización y lograr una integración internacional más estrecha. La Organización de Naciones Unidas fue creada con ese propósito. Conforme Guatemala participe con sus compromisos adquiridos puede obtener importantes beneficios.

El estipendio que se otorga a los integrantes de los contingentes representa un ingreso de divisas al país, mismo que al ser invertido según los planes de cada uno, representa producción, fuente de empleo y desarrollo en sus comunidades.

En el campo social, los guatemaltecos integrantes de los contingentes tienen la oportunidad de compartir con personas de otras culturas. Incrementan su acervo, aprenden otros idiomas y pueden comprobar que la situación en Guatemala es mucho más favorable que en otras latitudes, lo que sirve de motivación para planificar metas personales al retornar y cumplir su tiempo de servicio.

Desde el primero de los contingentes, la mujer guatemalteca ha tenido un importante y excelente desempeño en las Operaciones de Mantenimiento de la Paz. En octubre del 2006, de los 85 integrantes destacados en la MINUSTAH siete eran mujeres y por primera vez en la historia del ejército de Guatemala, una dama oficial con el grado de Teniente fue nombrada para comandar una Unidad Operativa. También el contingente de la MONUC ha mantenido un promedio de diez mujeres en su personal.

En el campo militar se ha logrado un reconocimiento a nivel internacional por el papel desempeñado. El entrenamiento y capacitación de las unidades militares en operaciones combinadas y conjuntas conforme los procedimientos de las Naciones Unidas enriquecen la experiencia para el ejército de Guatemala. Se fortalece la mística y disciplina militar del soldado guatemalteco por el prestigio que se adquiere. Las fuerzas especiales “Kaibil” fueron solicitadas por la ONU para participar en la misión de paz en la República Democrática del Congo.

Los argumentos anteriores exponen algunos de los beneficios que el Estado de Guatemala adquiere por la participación en Operaciones de Paz. Guatemala tiene la oportunidad de proyectar su poder nacional ante las naciones del mundo y a la vez que se divulga su cultura.

Existe un argumento que plantea la interrogante del por qué participar en misiones en otros países cuando hay problemas urgentes en el nuestro; sin embargo el objetivo estratégico es ganar espacio diplomático para obtener ayuda e insumos para solucionar precisamente esos problemas.

Por aparte, el Estado posee la organización necesaria, establecida en la constitución, donde se específica los roles para las instituciones encargadas de cada uno de los objetivos nacionales.