19 de septiembre de 2020

Militarización y militarismo

Daira Arana es Maestra en Seguridad. En 2019 participó en un panel donde expone parte de su tesis sobre estos temas y nos ofrece la diferencia entre militarización y militarismo haciendo énfasis en sus consecuencias. Aunque lo comenta para el caso de la creación de la Guardia Nacional en México recrea momentos de la evolución de los roles militares en Latinoamérica.

Alejandro Hope escribió un artículo donde evalúa el grado de empleo de fuerzas armadas en México y plantea cuatro hipótesis del por qué ocurre esto: Afinidad ideológica; estilo de conducción centralizada y jerarquizada por parte del presidente; menos procesos burocráticos para desarrollo de proyectos políticos que si los realizaran a través de entidades civiles la ley impone requisitos adicionales y complejos; el presidente teme un golpe de estado y consolida su poder alrededor del ejército.

Daira Arana propone una quinta hipótesis: Interés de la élite militar. 

La cuarta hipótesis de hope, fue aplicada en la mayoría de países de Latinoamérica desde la guerra fría y en cierta medida se mantiene, especialmente en momentos de crisis nacional, desestabilización y protestas.

Yo propongo una sexta hipótesis: Los presidentes acuden a la fuerza militar por la eficacia para cumplir la misión debido a su formación profesional desde la academia. El desempeño del cuerpo profesional de oficiales hace, generalmente, diferencia en alcance de metas o misiones asignadas comparado con otras instituciones.

No se puede negar por épocas la existencia de un interés de lo que Daira Arana llama "interés de la élite militar". Este interés ha sido de dos clases: interés institucional genuino por tratar de mantener la presencia y vigencia de los militares en los ámbitos de la función del poder ejecutivo o un interés personal no ético que se olvida del desarrollo institucional militar.

El primero se resuelve al interpretar la misión constitucional y demás leyes vigentes. Aunque impulsa dicho interés los intentos rezagados que persisten desde la guerra fría que mantiene la lucha entre ideologías izquierdas y derechas que insisten en suprimir los ejércitos.

El interés personal no ético de élites militares, ha sido evidente al resultar involucrados en casos de corrupción 

En el caso guatemalteco ha sido el poder político quien decide emplear al factor militar igual que en México. Arana propone que hay una diferencia entre apoyo de la fuerza militar a la fuerza civil a la que llama militarización y la penetración de militares en la esfera de conducción política permanente para organizar los proyectos de gobierno, a lo que llama militarismo.


Los gobernantes electos democráticamente en Guatemala desde 1996 han valorado la lealtad del militar. Incluso presidentes que antes de ser electos manifestaron diferencias o animadversión hacia los militares, o cuyos partidos políticos llevaban cierta ideología, terminaron apoyándose en los militares para muchas funciones. De allí el espacio de maniobra, que muy probablemente por consejo de sus asesores militares en activo o en retiro, los presidentes le dieron a la militarización o al militarismo.

En tiempo de paz, ante amenazas del crimen organizado o fenómenos naturales, los países en desarrollo tendrán algún grado de necesidad de emplear al factor militar en algunos roles. El mando militar tiene la oportunidad de aplicar los valores militares de su formación profesional al asesorar al presidente objetivamente en el grado de militarización que se requiere o encausar una conducción política orientada al militarismo por la existencia de intereses personales. 

En los escalones militares estratégicos, atreverse a expresar a un presidente una opinión franca para el interés nacional es una muestra muy convincente de la ausencia de intereses personales. Lo contrario es decir SI a todo sabiendo el militar que habrá consecuencias que desencadenan terribles críticas o desprestigio para los militares.

De lo que puede estar segura la población es que en los escalones militares tácticos, los que están en contacto con la población, la actitud de servicio es genuina sin importar el grado de incidencia a alto nivel de la quinta hipótesis.

El esquema de la disertación puede verse aquí

El video de la disertación de Daira Arana pude verse aquí.

10 de agosto de 2020

El concepto integral de la defensa

Al expresar ante todo, pésame y respeto al cuerpo de Marines de EUA por el lamentable accidente ocurrido en California a un vehículo anfibio donde perdieron la vida varios de sus integrantes, es oportunidad para resaltar las capacidades que la fuerza tuvo a disposición para el rescate.

Dichas capacidades provienen de la cuidadosa planificación estratégica del sistema de defensa. Planificar la defensa no sólo resulta oneroso para el Estado sino que requiere un proceso complejo.

Por ejemplo en este lamentable accidente. Construir un vehículo anfibio requiere considerar una infinidad de aspectos, entre ellos: el costo de su producción en serie con sus materiales y mano de obra, los costos del mantenimiento periódico con sus repuestos, suministros. Entrenamiento del personal que lo opera y del personal que da el mantenimiento. Los combustibles, el armamento, las municiones y la lista completa no puede determinarse aquí, pero permite formarse una idea.


Aparte de toda esta inversión, los planificadores pensaron en contingencias como por ejemplo un rescate por accidente. Al leer la noticia se observa que cuando se diseñó y construyó este vehículo anfibio de guerra, se diseñó el sistema de rescate que entre otras cosas cuenta con: un comando de rescate submarino con su personal y equipo especial, su entrenamiento, mantenimiento etc. Tecnología no tripulada para rescate bajo la superficie, sus operadores, poleas y maquinarias.

Foto: Marine Times

Lo que se desea resaltar es la complejidad de organizar, equipar, operar y mantener un sistema de defensa en un Estado. La defensa no compete sólo a lo militar. Empresas privadas construyen la maquinaria, la tecnología, las partes; el submarino no tripulado fue lanzado desde un buque civil que requiere un contrato de servicio. La defensa es integral: varios componentes del Estado organizados y actuando coordinadamente.

La integración de los planes e inversión es en tiempo de paz o de guerra. En tiempo de paz porque se requiere entrenar y mantener el equipo, que fue el caso cuando sucedió el lamentable accidente.

En 2019 se debatió mucho en Guatemala por la adquisición de un buque logístico para extender las operaciones de control marítimo. Se habló del elevado costo. Sin embargo la inversión se queda corta en lo que realmente se necesita. 

En los enlaces de la noticia mencionada se puede leer que además en el rescate participaron otros buques especializados en la búsqueda, aviones especializados y helicópteros. Esta nota no pretende proponer que se obtenga ahora mismo un equipamiento similar para Guatemala, pero invita a reflexionar que la adquisición del buque fue realizada con una visión estratégica para la defensa interior y la seguridad nacional.

También es justificable que el Estado determine las propiedades de inversión. Pero en el momento que se decida, es necesario seguir planificando extender las capacidades, no sólo para el mar sino añadir capacidades aéreas y terrestres. 

Requerirá inversión y una visión integral de la defensa, una unidad conceptual, una cultura de defensa que justifique el esfuerzo de Estado con la aprobación presupuestaria del congreso. Una planificación integrada por diferentes actores. La defensa es una prioridad de Estado, la declara y planifica el poder político, la aprueba el congreso, la equipa e invierte industria pública y privada y la ejecutan varias instituciones, entre ellas el ejército.

Los guatemaltecos debemos comprender que hablar de defensa no es un asunto exclusivamente militar. La defensa es integral y de la misma forma su organización y planificación.  

3 de julio de 2020

El Ejército de Guatemala tiene un verdadero amigo en Italia



Mi amigo Humberto Saracino de nacionalidad italiana, ha cumplido cuarenta años de servicio entre ejército, carabinieri, policía militar y policía de estado en Italia. Hoy quiero resaltar una exitosa carrera profesional.

En las cuatro entidades alcanzó el grado de Sargento Mayor (suboficial) luego de llenar los requisitos correspondientes. Es un gran amigo del Ejército de Guatemala pues a partir de 2010 realizó varios viajes desde Italia, en sus vacaciones, con el único propósito de compartir sus conocimientos profesionales y visitar a los amigos guatemaltecos. En la Brigada de Paracaidistas donó equipo de salto y ofreció de manera voluntaria diversos cursos relacionados con operaciones de ayuda humanitaria. Pertenece a la hermandad de la seda.
En la Brigada de Paracaidistas, Guatemala

En la policía alcanzó el cargo de Subintendente así como los cargos más honrosos de la profesión pasando por policía de tránsito, misiones antimotines, patrullero de emergencia, socorro público, instructor de cadetes, oficiales de policía, oficiales militares y por supuesto instructor invitado en la Brigada de Paracaidistas del Ejército de Guatemala. El Jefe del Estado Mayor le agradeció personalmente su valioso y voluntario aporte a las fuerzas especiales guatemaltecas.

En nuestras pláticas profesionales siempre expresó que uno de los aspectos más importantes para ejercer su carrera y auténtica convicción personal era el apresto para la misión y una excelente condición física. Las habilidades técnicas siempre actualizadas para proveer un servicio confiable a la sociedad italiana, eficaz, eficiente y seguro para todos.



Logró conectarse en sus visitas, con el ambiente místico militar de la brigada de Paracaidistas de Guatemala y el beneficio fue poder escuchar su experiencia personal de diversas situaciones. Causaron admiración las de alto riesgo que al final trajeron resultados positivos a los ciudadanos.

Una de sus mayores satisfacciones: “cuando los ciudadanos comunes te agradecen tu trabajo”, no sólo es un referente para el desempeño personal sino que constituye un estímulo para seguir sirviendo a la población, pese a las dificultades.

Siente un profundo respeto y admiración por el Coronel Bataller de la legión española quien siempre le inspiró valores como patria, honor y valor. Su equipo de triatlón militar con quienes conserva la amistad hasta hoy. Su mejor amigo y superior jerárquico, el Dr. Teniente Coronel, médico y cirujano, Peter Mazurana, que incluso lo acompañó en varios de sus viajes a Guatemala y tuvieron la oportunidad de visitar lugares turísticos.
Sargento Mayor Humberto Saracino y el Tte Cnel Peter Mazurana,
carabinieri y ejército de Italia
El suboficial Humberto Saracino me expresó recientemente: “gracias a la profesión tuve la oportunidad de conocer personas, amigos de valor en el extranjero y particularmente en Guatemala con quienes también mantengo contacto”.
  
En 2017 la Teniente Coronel Oscarina Samayoa de la Dirección de Operaciones
acompañó a Humberto y Peter en su visita a Guatemala

Ser triatleta, paracaidista e instructor de tiro son las habilidades tácticas que mas le enorgullecen por proveerle hábitos de disciplina den todos los campos de su vida. En 2010 obtuvo las alas de paracaidista guatemalteco.
Sargento Mayor Saracino recibe sus
alas de Paracaidista guatemalteco
Humberto Saracino vive con su esposa e hijos en el norte de Italia a quienes en esta oportunidad saluda y agradece por el sacrificio que la carrera requiere y el tiempo de familia que absorbe. La vida de servicio al país no termina, pues en adelante estará como voluntario en la Cruz Roja Militar, cuerpo auxiliar del ejército conservando su grado de Suboficial Sargento Mayor.

Felicitaciones Humberto  


30 de junio de 2020

La mujer militar guatemalteca al mando de operaciones de apoyo y seguridad interna



Guatemala reconoce desde 1996 la valía de sus mujeres militares. No hay tamaño de libro que recoja los detalles de la vida personal de una oficial del ejército que deben ser sobrellevados al unísono de la carrera militar. No hay relato suficiente que describa la lucha por ser tomadas en cuenta para tareas en las que se han preparado. Es una lucha de trabajo y mérito, no se trata de exigencias, protestas o gestiones, sino de acciones profesionales puras donde el objetivo es mostrar el desempeño profesional eficiente. 

No hay espacio en esta nota para describir cuánta anécdota de satisfacciones y frustraciones pueden rodear el alma y el corazón militar de una mujer para lidiar con la amargura o felicidad de sus recuerdos ahogados en las entrañas de su ser sobre sus vivencias militares como mujer al servicio del país.

Desde el inicio de su carrera en 2002, la capitán 1ro. de Policía Militar Nineth Haydeé Oliva de Paz le fue confiado el comando de unidades militares masculinas como galonista en la academia militar de Guatemala “Escuela Politécnica”. Luego en escalones pelotón en el departamento del Petén y en misiones de paz de la Organización de las Naciones Unidas en Haití. 

Es la primera mujer que se ha nombrado al mando de unidades militares escalón compañía de hombres. La primera vez en este nivel en 2018 como comandante de una compañía de fusileros en la 1ª Brigada de Infantería “Mariscal Zavala” donde sus reportes de desempeño fueron sobresalientes aún cuando cumplía con sus labores de madre, esposa y estudiante de la carrera de ciencias de la comunicación. El servicio militar no siempre le permitió gozar del período de lactancia, derecho al que renunció voluntariamente en no pocas ocasiones con el fin de cumplir con sus obligaciones.

Luego fue transferida a comandar una compañía de policías militares en la Brigada “Guardia de Honor”. Allí desarrolló un liderazgo que le valió la lealtad y admiración de sus subordinados, quienes llegaron a sacrificios dignos por cumplir la misión. Es recordada por su carácter estricto y disciplinado. No todos sus superiores supieron apreciar estas virtudes.


Actualmente comanda una compañía de policías militares de la 2ª Brigada de Policía Militar y está a cargo del destacamento de la Antigua Guatemala donde junto con sus hombres trabaja coordinadamente con otras instituciones en la mitigación de la pandemia del COVID-19 con las obvias restricciones para poder atender al cien por ciento su hogar, esposo y sus dos hijas.

Nineth Oliva es una mujer que valora, admira y respeta su carrera profesional. La venera por encima de cualquier otra dicha con que la vida hasta hoy la ha bendecido. Honra con su trabajo el nombre de su ejército y su familia. Un ciudadano cierra los ojos y no podrá imaginar la rutina que aborda una mujer militar, que como Nineth, desarrolla sus funciones al frente de su cargo. Tareas como: apreciación táctica, operaciones, bienestar de su personal, el manejo de la información, la gestión de sus recursos e infraestructura del local que ocupa la unidad militar, la relación con la población e instituciones, haciendo converger los planes para la toma de decisiones bajo su total responsabilidad.



El análisis, la reflexión, el intelecto y la pasión por cumplir su deber se reúnen cada noche en derredor de una pequeña mesa bajo tenue luz con los jóvenes oficiales, comandantes de pelotón a su cargo. Al calor de una taza de café, sacan juntos las lecciones aprendidas del día para registrarlo en el diario de operaciones. La fusión que produjo su formación militar en su ser es una combinación de sacrificio, lágrimas y por momentos hasta sangre. La humildad militar requiere respeto a quien no lo merece, acción que se transforma en virtud y es ejemplo apreciado y comprendido por sus subalternos.

Un libro, un relato o una anécdota no podrían recabar el total sentir de la Capitán Nineth Oliva el cual manifiesta con su actitud irrenunciable por servir a su país. Felicitaciones Nineth, es ejemplo para muchas mujeres militares.


12 de junio de 2020

Dilemas a los que se expone un militar de alta jerarquía



El General Mark Milley, Jefe del Estado Mayor Conjunto de las fuerzas armadas de los Estados Unidos declaró al “Army Times” que reconoce fue inconveniente aparecer en escenas acompañando al presidente durante la caminata por el parque Lafayette hacia la capilla "St John" el 1 de junio de 2020 en el marco de las protestas por el asesinato del ciudadano estadounidense George Floyd.

El General Milley en su declaración indicó que lo expuso para experiencia de futuros generales. "Todo lo que un superior hace, siempre será observado de cerca" dijo Milley. Exhorta en sus palabras a tomar decisiones con sentido común y tomar conciencia de la situación. Consideró que puso en riesgo ante la opinión pública el hecho de que asuntos militares se estén mezclando con asuntos políticos del Estado.

Sigo teniendo una gran admiración y respeto por el General Milley y cuánto más por este digno ejemplo que nos da. Se ubicó en una situación muy difícil para su carrera si se considera que días antes el Secretario de Defensa Mark Esper, manifestó también públicamente su desacuerdo con el presidente por la decisión de emplear a las fuerzas armadas para controlar los disturbios, actitud igual muy valiente por marcar su posición.

Conocí al General Milley durante el año 2015 cuando me desempeñé como agregado militar, aéreo, naval y de defensa a la embajada de Guatemala en los Estados Unidos de América. Asistí a varias reuniones de trabajo en el pentágono junto con todos los agregados militares de América Latina y también tuve la oportunidad de visitarlo en su residencia oficial como parte de las actividades protocolarias que el Estado Mayor Conjunto realiza con los militares agregados de defensa, aéreos y navales.

El general Milley tiene una personalidad recia. Denota disciplina, inspira respeto en su forma de hablar. Recuerdo su contundencia en la forma de transmitir normas para lograr cooperación en las relaciones diplomático-militares. Hasta en su manera de reír es prudente y guarda el recato de su investidura.

Comandó divisiones de ejército y operaciones de combate históricas en Egipto, Panamá, Haití, Bosnia-Herzegovina, Iraq, Afganistán, Somalia y Colombia. Es licenciado en ciencia política por la universidad de Princeton y tiene una maestría en relaciones internacionales en la universidad de Columbia así como una maestría en seguridad nacional del Colegio de Guerra de los Estados Unidos y otros estudios estratégicos.

Con la responsabilidad de una trayectoria tan honrosa, seguro ha sido muy difícil para el General Milley ofrecer una declaración pública de tal envergadura. Pero según el artículo lo hizo por sus subalternos y esto es un gran ejemplo de liderazgo coherente con su trayectoria. Prefirió aclarar a la sociedad y sus subalternos antes de que lo relacionaran con política. Lamentablemente le fue imposible evitar la caminata con el presidente. Posiblemente por la tensión del momento y la obvia y silenciosa presión del deseo del presidente de la nación.

El ejemplo del General Milley me inspira. Recuerdo el momento político en Guatemala el 31 de agosto de 2018 cuando el presidente Jimmy Morales anunció su decisión de no renovar más el mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala CICIG, una decisión con claros fines de lograr impunidad para sectores corruptos y/de poder. Para ello, con ánimo quizá de mostrar que tenía la fuerza del Estado de su lado se hizo acompañar de comandantes militares, jefes policiales y ministros.

Ese día hubo una reunión previa de los comandantes militares de todo el país donde el Ministro de la Defensa, general Ralda Moreno comunicó la decisión del presidente que los comandantes le acompañaran en la conferencia de prensa. Nueve Generales opinaron. Sólo yo opiné sobre la inconveniencia y el impacto negativo que me parecía iba a causar tal acción dado el carácter apolítico del ejército.

Dos generales tomaron la palabra para increparme (yo era el único coronel entre los comandantes) por mi atrevimiento y falta de apoyo al presidente; uno de ellos hasta recriminó mi manera de pensar insinuando -- pues no se atrevió a decirlo claramente -- que mi ideología ya no era de derecha; como si pensar o tener ideas democráticas orientadas a la justicia social e igualdad (preceptos constitucionales) y el prestigio del ejército fuera una traición. Además, mi postura de que el hecho de que militares aparecieran en la conferencia de prensa apoyando el cese de funciones de la CICG dañaría el prestigio del ejército, estaba fundamentada en la guía de conducción del Ministerio de la Defensa que alentaba al pensamiento crítico. Era en una reunión donde el ministro pidió opinión y asesoría, mis criterios fueron recomendados directamente a él en presencia de otros comandantes. Fue hecha en tono adecuado por la jerarquía y no a escondidas (lo que si hubiera constituido delito militar de murmuración).

Tomé la palabra por segunda vez para aclarar a los superiores allí presentes que la mía era una opinión que había sido requerida y que nunca faltaría a mi carácter profesional de cumplir una orden dada.

Recuerdo que el ministro calmó las voces que se escuchaban comentando el momento y dio la opción de que aquel que no estuviera de acuerdo que no abordara el bus hacia casa presidencial. La reunión terminó y se ordenó abordar el transporte. Un General se me acercó para, en "buena fe" según él, mostrarme mi error y me dijo algo así: Nunca opine de primero... espere, escuche las otras opiniones y apoye la que le agrade más al ministro. Vaya valores militares pensé, me formé una idea de cómo aquel militar que me aconsejaba habría llegado a General.

Aquí es donde comprendo al General Milley: Tenia que tomar una decisión y tenía menos de cinco minutos para hacerlo. Sabía que el ministro conocía mi forma de pensar. Ya le había asesorado en otros temas. En una de esas reuniones anteriores hice mofa con el Vice Ministro Méndez de por qué me llamaban si no les parecía mis opiniones, "eso no es asunto tuyo, sos el único que está siempre en contra del presidente" contestó. 

Pero mi reflexión era que, habiendo Generales en la zona central del país, para qué llamaban a un coronel asignado al norte en las brigadas más lejanas. Así como Milley decidió acompañar al presidente en la caminata yo tomé la decisión de cumplir lo ordenado e ir con el grupo y acompañar al presidente en su conferencia de prensa. No haber ido pudo (tal vez) haber significado el fin de mi carrera. Nunca lo sabré. Son momentos en que hay que decidir. Dilemas a los que se enfrenta un militar apolítico pero con sus ideas claras y definidas con base a la constitución.

Cuando subí al bus -- de último a causa de mi tardanza para decidir -- me recibió un ambiente helado. Un mi compañero de promoción vio mi cara, no se qué imaginó pero me dijo que me sentara con él, -- tranquilo -- me dijo. Al llegar a casa presidencial esperamos unos momentos más en una sala de reuniones. Allí había funcionarios civiles y los jefes de comisarías de la policía, creo que de todo el país. Entró el presidente y fue breve y directo: Me dicen que algunos no están de acuerdo, quien así piense dígamelo y si no, las puertas están abiertas. Nunca supe si alguien previno al presidente de lo ocurrido en la reunión de comandantes. Lo cierto es que no iba a volver a evidenciar postura delante funcionarios y comisarios policiales. Ya lo había hecho oportunamente ante los que tenían años de conocerme. Así ocurrió y lamentablemente aparezco en esas fotos que a la fecha siguen circulando, usadas como evidencia de injerencia militar en asuntos políticos. En todo momento durante esa hora busqué sin éxito evadir las cámaras. A la fecha siento vergüenza de figurar en las fotos de la conferencia de prensa de ese día.

Pero el General Milley llegó mas lejos, arriesgando su carrera pero aclarando a sus subordinados, pues hizo una declaración pública en su calidad de alto funcionario. 

No se trata en ambos casos de una postura política de un militar ante una orden directa. Es el presidente quien toma este tipo de decisiones políticas. Pero esas decisiones laceran la imagen de las fuerzas armadas si se les involucra pues los diferentes grupos aprovechan a denunciar que hay intromisión militar en la política. La conferencia de prensa de ambos presidentes, con la intención que fuera, debió ser hecha sin mostrar militares tras de sí.

Así que, General Milley: por experiencia opino que su honor militar está a salvo pese a la caminata. Es usted un ejemplo para todo militar. Ha demostrado usted respeto por sus subordinados.



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Declaración del Secretario de Defensa Mark Esper en torno al uso del ejército para contener disturbios.

8 de junio de 2020

Mujeres militares de Guatemala

Capitán Gina de León, Guatemala. Foto Cap Ginna de León, Guatemala. Foto Gideon Sackitey/UNMISS

Felicitaciones a la señora Capitán 2o. de Intendencia Ginna Desireé De León Guerra del Ejército de Guatemala por poner en alto al país ya que la misión de naciones unidas en Sudán del Sur UNMISS ha hecho reconocimiento público del desempeño de sus misiones como oficial de logística para las unidades de la fuerza de cascos azules cuyo puesto de mando se encuentra en la localidad de Bor, Jonglei, Sudán del Sur

Esta es la segunda vez que la Capitán Ginna De León ha sido desplegada a una misión de mantenimiento de paz de la Organización de las Naciones Unidas. La primera vez fue en Haití.

Con 14 años de servicio Ginna tiene la plena convicción que su trabajo contribuye a lograr muy pronto una paz duradera en Sudán del Sur. "Debemos aspirar a vivir juntos en armonía, estoy feliz de que mi trabajo contribuye a la misión de los cascos azules de diferentes países y lograr la paz y el desarrollo en Sudán del Sur".

Capitán Gina de León, Guatemala. Foto Cap Ginna de León, Guatemala. Foto Gideon Sackitey/UNMISS
La capitán de León reconoce que mantener la paz es un desafío para los militares, la policía y el personal civil que es parte la misión especialmente por llevarse paralelamente los esfuerzos de mitigación del COVID19.

Gracias capitán Ginna de León, por sus servicio al mundo, a Guatemala y a su ejército.

Felicite a Ginna de León en facebook

18 de mayo de 2020

Seminario web: seguridad y COVID-19

Un privilegio la invitación del Comité Internacional de la Cruz Roja en invitarme a participar como panelista en el seminario: Fuerzas armadas y de seguridad ante el CIVID-19. Desafíos y oportunidades.







Roles militares en el siglo XXI

General (R) Juan Carlos Gomez (Colombia)

Roles militares en América Latina, fue el panel presentado por el Teniente General (R) Frederick Rudesheim actual director del William J. Perry Center For Hemispheric Defense Studies en el marco de la 5 conferencia virtual de seguridad hemisférica. La pregunta del panel: ¿Cuál es la situación actual de los roles militares en el hemisferio? ¿Cómo se diferencian o como se encuentran dichos roles entre la seguridad y defensa de los países?
A continuación el resumen del primer panelista: General (R) Juan Carlos Gomez del CICR Delegación Regional México de nacionalidad colombiana.
El General Gomez presentó su punto de vista con respecto a todas las fuerzas armadas del hemisferio.
Hay tres razones para que a la fecha las fuerzas armadas de los países de América Latina mantengan roles activos en diferentes campos: 1. El alto nivel de violencia en los países. 2. El creciente descontento social de la población contra el desempeño de sus instituciones. 3. El papel clave, pronto y seguro con el que las fuerzas militares intervienen en gestión de riesgos y reacción ante desastres por medio de sus capacidades diferenciadas.
Así mismo cuatro características de las fuerzas armadas de la región por las cuales, en su opinión, los gobiernos siguen empleando a los militares:
Fortaleza institucional: La vocación militar provee al ciudadano disciplina y valores que le hacen confiable (a él y a sus subordinados) ante la población. La estructura organizacional militar permite una ágil reacción gracias a su estructura logística. Son menos vulnerables a la corrupción y complicidad con el crimen organizado.
Responsabilidad: El actuar de un militar está apegado a la ley con la lección aprendida de los errores del pasado reciente durante la guerra fría en que regía la estrategia de seguridad continental.
Riesgos superados: Los militares hoy día están capacitados y entrenados para el respeto de los derechos humanos, el uso de la fuerza legal para mantener el estado de derecho y un bien forjado esquema de valores desde la formación y reforzado durante los procesos de profesionalización durante la carrera.
El futuro de los roles militares: La población tiene confianza en sus fuerzas armadas que constituyen el alma del Estado para preservar el orden constitucional. Las nuevas amenazas y desafíos a la seguridad necesitan un enfoque multidimensional en donde no se puede prescindir de las capacidades militares, por tanto, es necesario que cada Estado les mantenga equipados y entrenados.
La planificación estratégica de los Estados debe incluir el fortalecimiento de las capacidades para la producción de inteligencia y emplear todas las fuerzas disponibles para dar seguridad a los ciudadanos, incluyendo las fuerzas militares en las seguridad pública y nacional.

28 de febrero de 2020

De la Guerra, pero de Rousseau

Desde 1762 Rousseau hizo importantes reflexiones sobre el derecho de la guerra conocido hoy como derecho internacional humanitario:

"La guerra no es una relación de hombre a hombre, sino de estado a estado, en la cual los particulares son enemigos solo accidentalmente, no como a hombres ni como a ciudadanos, sino como a soldados: no como a miembros de la patria sino como a sus defensores. Un estado solo puede tener por enemigo a otro estado, y no a los hombres.

Hasta en medio de la guerra, el príncipe que es justo se apodera en país enemigo de todo lo perteneciente al público; pero respeta la persona y los bienes de los particulares; respeta unos derechos, sobre los cuales se fundan los suyos.

Siendo el fin de la guerra la destrucción del estado enemigo, existe el derecho de matar a sus defensores mientras que tienen las armas en la mano; pero luego que las dejan y se rinden, dejando de ser enemigos o instrumentos del enemigo, vuelven de nuevo a ser solamente hombres; cesa pues entonces el derecho de quitarles la vida.

A veces se puede acabar con un estado sin matar a uno solo de sus miembros.

Estos principios no son los de Grocio, no se apoyan en autoridades de poetas sino que derivan de la naturaleza de las cosas y se fundan en la razón."

Jean-Jacques Rousseau, El contrato social, libro 1, capítulo 4.


30 de enero de 2020

Sobre Insurgencia Criminal


Características de una insurgencia criminal:

  • Se revela contra la autoridad legal/orden público
  • Posee: base social (apoyo y/o manipulación de población).
  • Organización
  • Control en un área geográfica
  • Administra/obtiene fondos
  • Posee armamento para cometer ilícitos.

Hoy se publicó un artículo con características de las pandillas o maras. Los puntos del artículo de Gutierrez son:

  • Las maras ejercen poder a través de la coacción y mediante formas a veces en extremo violentas.
  • Se organizan en los territorios para extraer forzosamente y de manera sistemática una tajada de las rentas de la población.
  • Su lenguaje es brutal.
  • Quien no paga, muere (o huye).
  • La extensión de sus territorios refleja la competencia con otras maras, crimen organizado, fuerzas de seguridad y pobladores de autodefensa.
  • Formas de organización estables y complejas.
  • Las jerarquías y división del trabajo no están escritas, pero funcionan con sorprendente disciplina y eficacia.
  • Encierran una subcultura que incluye sus propios dialectos, formas de vida, maneras de vestir y distintivos corporales (tatuajes, cortes de pelo) como rasgos de identidad.
  • Sus ceremonias de iniciación, como en las sociedades secretas, se sellan con sangre.
  • No persiguen –hasta ahora– fines políticos
  • Son cada vez más conscientes del significado de ejercer un poder territorial que arrebataron al Estado.
  • Su relación con los agentes de seguridad bajos y medios, es conflictiva y corrupta.
  • Las cárceles, donde guardan prisión sus líderes, son el punto neurálgico de las extorsiones.
  • Las maras están por lo regular en la base de la pirámide social.
  • Su economía es de consumo, aunque en ciertos casos forman capital que pueden invertir en negocios
  • Reprimirlos les despierta un instinto feroz de supervivencia y sus estructuras cierran filas.

Los narcotraficantes en cambio

  • Están de la mitad hacia arriba de la pirámide social.
  • Manejan insospechados volúmenes de dinero
  • No extraen de la sociedad sino del negocio ilícito transnacional.
  • Su relación con las autoridades es de igual o mayor poder, incluyendo los altos mandos.
  • Capaces de cooptar a los pobladores e inocular el sistema político y económico con sus cuantiosos recursos.

Conclusiones

  1. Declarar la guerra a las maras es popular en el corto plazo, pero insostenible.
  2. En esencia es seguir ejecutando mareros u otros delincuentes (ahora tipificados de terroristas), pero sin consecuencias penales para los elementos de seguridad.
  3. Una lección mal aprendida de las desbordadas campañas de “limpieza social” del 2004-7 y su secuela: el insólito procesamiento penal del exministro Vielmann y varios de sus mandos operativos.
  4. Por cierto, esas escandalosas batidas condujeron a la repentina e inesperada aprobación del acuerdo de la CICIG en el Congreso.

Comentario final

Para limitar, reducir, eliminar las capacidades criminales de las maras, debe profesionalizarse (adaptación, transformación, modernización) la PNC y la Guardia Penitenciaria.

  • Protección social
  • Estructuras institucionales con mejor gestión y reconocimiento del mérito
  • Soporte informático eficiente
  • Equipamiento pertinente
  • Sistemas de control interno y externo.

En materia de seguridad (y desarrollo) no hay milagros, hay procesos que, sostenidos, resultan exitosos y generan sinergias en un relativo corto plazo

TEXTO COMPLETO
En seguridad no hay milagros, pero sí procesos exitosos.
Por: Edgar Gutiérrez

Después de 40 años de lidiar con las maras, hay que concluir que con las estrategias empleadas resultan intratables e irreductibles. La dimensión del fracaso es proporcionalmente inversa a la amenaza que han llegado a representar para la sociedad.
Las maras ejercen poder a través de la coacción y mediante formas a veces en extremo violentas. Se organizan en los territorios para extraer forzosamente y de manera sistemática una tajada de las rentas de la población. Su lenguaje es brutal: quien no paga, muere (o huye). La extensión de sus territorios refleja la competencia con otras maras, crimen organizado, fuerzas de seguridad y pobladores de autodefensa.
Han adquirido formas de organización estables y complejas. Las jerarquías y división del trabajo no están escritas, pero funcionan con sorprendente disciplina y eficacia. Encierran una subcultura que incluye sus propios dialectos, formas de vida, maneras de vestir y distintivos corporales (tatuajes, cortes de pelo) como rasgos de identidad. Sus ceremonias de iniciación, como en las sociedades secretas, se sellan con sangre.
Las maras son secuela del fracaso social, trágicamente convertido en una seria y extendida amenaza criminal. No persiguen –hasta ahora– fines políticos, aunque son cada vez más conscientes del significado de ejercer un poder territorial que arrebataron al Estado. Su relación con los agentes de seguridad bajos y medios, es conflictiva y corrupta. El ejemplo obvio es que las cárceles, donde guardan prisión sus líderes, son el punto neurálgico de las extorsiones.
Los narcos manejan insospechados volúmenes de dinero, propiedades y demás que no extraen de la sociedad sino del negocio ilícito transnacional. Su relación con las autoridades es de igual o mayor poder, incluyendo los altos mandos. Las maras, en cambio, están por lo regular en la base de la pirámide social. Su economía es de consumo, aunque en ciertos casos forman capital que pueden invertir en negocios, los cuales, a la vez, les sirven como fuentes de información útil para el despliegue de sus actividades delictivas. Por el sitio que ocupan en la escala social y su relación hosca con los vecinos, la represión despierta un instinto feroz de supervivencia y sus estructuras cierran filas. Es una reacción distinta a la de los narcos, capaces de cooptar a los pobladores e inocular el sistema político y económico con sus cuantiosos recursos.
Declarar la guerra a las maras es popular en el corto plazo, pero insostenible. Las iniciativas de ley 592 y 593 (reformas del Código Penal) enviadas la semana pasada al Congreso, son retoques de estrategias fallidas en los países del norte de Centroamérica. En esencia es seguir ejecutando mareros u otros delincuentes (ahora tipificados de terroristas), pero sin consecuencias penales para los elementos de seguridad. Una lección mal aprendida de las desbordadas campañas de “limpieza social” del 2004-7 y su secuela: el insólito procesamiento penal del exministro Vielmann y varios de sus mandos operativos. Por cierto, esas escandalosas batidas condujeron a la repentina e inesperada aprobación del acuerdo de la CICIG en el Congreso.
Si Giammattei quiere erosionar las capacidades criminales de las maras, debe empezar en casa profesionalizando la PNC y la Guardia Penitenciaria, esto es, por ejemplo, redefinir la doctrina, establecer mayores requerimientos de ingreso, sistemas de formación modernos y permanentes, protección social, estructuras institucionales con mejor gestión y reconocimiento del mérito, soporte informático eficiente, equipamiento pertinente y sistemas de control interno y externo.
En materia de seguridad (y desarrollo) no hay milagros, hay procesos que, sostenidos, resultan exitosos y generan sinergias en un relativo corto plazo.

15 de enero de 2020

Liderazgo que influencia para bien ¿hay alguno que influencie para mal?

El Doctor Mario R. Morales publicó un artículo en remembranza de un militante revolucionario que al analizarlo desde el punto de vista del liderazgo pueden rescatarse virtudes loables. Este es un comentario con relación a dicho artículo. Leer aquí.

Es un hecho que sin considerar las motivaciones o tipo de fines en una organización o grupo, el liderazgo efectivo se basa en las virtudes. Los comandantes tienen en su mano el poder influir e influenciar a sus subordinados según la causa por la que luchan.

Las cualidades personales de líder que describe el Dr Morales en su artículo serían la satisfacción más grande para cualquier líder.

Las cualidades de líder descritas en el artículo son:
Ÿ   Hombre íntegro.
Ÿ   Que ejerce su liderazgo mediante el ejemplo y no con autoritarismo antojadizo
Ÿ   Que no envía a nadie a hacer nada si antes no lo ha hecho él mismo
Ÿ   Pide que lo sigan y no que nadie vaya delante de él.
Ÿ   Noble, honesto, valiente, lúcido, prudente y firmemente solidario.
Ÿ   Entrega incondicional a la causa
Ÿ   Disposición absoluta al sacrificio
Ÿ   Ausencia total de intereses personales
Ÿ   Honda mística de trabajo y ejemplo combativo.
Ÿ   Volcado a las causas de las mayorías.
Ÿ   Desprendimiento de las cosas materiales. Actúa sin esperar nada a cambio.
Ÿ   Manejo transparente de los recursos económicos.

¿Qué genuino comandante no quisiera ser así recordado por sus subordinados?

Con 15 años de edad en 1983, también me sentí inspirado por líderes militares que consideré eran así. Por eso abracé la carrera militar y anhelé llegar a seguir su ejemplo.

También creo comprender por qué el Dr. Morales plantea que la moral en su acepción del liderazgo militar/revolucionario parece estar desactivada por la "posmodernidad" en la "conciencia de las juventudes" de 2020.

Creo que no sólo por ser otros tiempos sino porque -- como afirma el autor -- algunos dejaron de aplicar los rasgos de líder arriba descritos. Esto y no otra razón es lo que ha producido una variación en la motivación de las juventudes actuales militares y civiles.

El Dr Morales critica una transformación del espíritu revolucionario combativo de la guerrilla de 1983 en comparación a los revolucionarios actuales, a quienes describe: Concentrados en "individualismos relativistas" que exigen cambio por "causas meramente culturalistas" organizados para victimizarse ante todos con "brinco y trompetita, de jornal oenegero".

Esta dura crítica opino que se explica de la siguiente manera: El individualismo relativista se refiere al fin impulsado por un interés personal y demarcado por la circunstancia particular que el momento le otorga al líder a su propia conveniencia. Su actuar es relativo. Culturista se refiere a que actúa por inercia, porque alguien le dijo, o porque otro grupo o en otro país se hace y no por convicción de ideales propios. La mayor audacia estriba en victimarse alzando una voz entre el grupo, para no individualizar su papel y hasta quizá por algún dinero. Fuera quedaron todas las virtudes por las que hace remembranza en el artículo.

Buscando hacer una comparación de lo ocurrido en el lado militar también ocurren paralelos con cierta o bastante similitud. Los antiguos en retiro critican también ese efecto posmoderno en las juventudes militares actuales por falta de moral, pero la realidad es que las juventudes vieron ausentes los principios de liderazgo ya descritos y que automáticamente se convirtieron casi en su totalidad en auténtico mal ejemplo.

El resultado fue mentalidades divididas en dos grupos: El primero los que optan por seguir el mal ejemplo, que cuando no llega a constituir delito, se queda en el hábito de la adulación para obtener el favor para nombramiento, ascenso o remuneración. Incapaces de asesorar y hacer ver con franqueza y conforme a la ley militar lo que se piensa; un temor profundo de expresar un “no conviene” con su argumentación correspondiente. El segundo grupo en cambio decide con dignidad aplicar los principios originales como el caso de la remembranza del artículo, así cueste el desaliento de no lograr el nombramiento o el ascenso anhelado.

El mal ejemplo del primer grupo mal formó a unos y desencantó a otros subordinados más dispuestos, más apegados a sus valores. Por eso es que pareciera ser que los militares que rescatan los valores originales del liderazgo migraron en su manera de pensar o que su moral militar cambió, pero no es más que la búsqueda de una adaptación honesta, legal y legítima de su actuar en el anidamiento original de sus ideales.

El problema es que los subordinados que observan les llega su tiempo de convertirse en superiores y toca elegir una manera de proceder. Se puede volver un circulo viciosos que socava los valores institucionales o se pude mantener la mística original y fortalecer aún más la institucionalidad de la organización.

Los buenos ejemplos abundan, pero también los malos. El dilema para proceder es personal porque el mal camino también lleva al objetivo deseado pero los subordinados siempre recordarán a qué clase de líder sirvieron. Leer el artículo comentado