12 de diciembre de 2012

Cultura de derechos humanos: Efectos en el comando y control.


Foto: Dr Samuel Londoño


Intervención del Dr. Samuel Londoño, Comando sur de los EUA. Seminario de Derechos Humanos y Derecho Internacional humanitario en el Colegio Interamericano de Defensa.

La situación de criminalidad en América latina se ha incrementado. Igualmente la participación de fuerzas armadas, especialmente en los países donde las instituciones policiales no tienen las capacidades de equipamiento y desempeño necesarias.

La pérdida de vidas civiles, como daño colateral producto de operaciones conjuntas durante el combate a las amenazas, constituye la preocupación y motivo principal para cuestionar la participación de fuerzas armadas en la seguridad y no en su función de defensa.

El escenario proyectado es que las instituciones policiales en países de América latina tardarán todavía algún tiempo en ser totalmente suficientes para garantizar la seguridad interna como otros países en desarrollo.

La tecnología permite transmitir en tiempo real los sucesos relacionados con la seguridad y también las acciones que las fuerzas de seguridad realizan en el combate al crimen.

Se ha observado el fenómeno que los generales, que usualmente se ocupaban de asuntos estratégicos, están atendiendo asuntos tácticos por las consecuencias que pueden surgir durante operaciones de mantenimiento del orden público. Un error de apreciación de un soldado, sargento o teniente puede tener repercusiones estratégicas.

Hoy día, el temor de los integrantes de fuerzas armadas en todos los escalones, no es perder la vida en el cumplimiento de su deber, como podría ser en el contexto de la defensa nacional, sino terminar presos por una denuncia de violación de derechos humanos en incidentes donde las circunstancias dificultan juzgar si el funcionario público actuó en defensa de su propia vida o la de otras personas.

El problema se agrava si el sistema de justicia es deficiente y los procesos llevan años para resolverse. Esta actitud podría redundar en el desempeño de funciones.

¿Qué opciones hay para sobrellevar la participación en la seguridad y el respeto a los derechos humanos? El Dr. Londoño propone que se legisle de tal manera que los funcionarios tengan la confianza de cumplir su misión conociendo específicamente qué pueden hacer y qué no pueden hacer.

Comentario:
La intervención del Dr Londoño refuerza la necesidad de implementar reglas de empeñamiento a nivel nacional, promovidas como ley, para que sean observadas y de conocimiento general.

Si el soldado o policía sabe cuando puede usar su arma, y si los jueces también lo saben al momento de juzgar, constituye un respaldo para el funcionario, que le darà confianza en el desempeño de su función, que por defecto, serà apegada a la ley y al respeto de la vida e integridad de las personas.


Foto: Dr Diego Sayán

El Doctor Diego García Sayán, Presidente de la Corte Interamericana de Derechos humanos, expuso su visión de el estado de los derechos humanos en Latinoamérica. Reconoció un ambiente de democracia electoral positivo; la no existencia de violaciones de derechos humanos masiva y sistemática aunque un auge en la criminalidad que reta la eficiencia de los gobiernos en proveer seguridad, al mismo tiempo de garantizar el derecho a la vida. Esto con el grado de dificultad que las fuerzas armadas apoyan a las instituciones policiales. Este dilema, en medio de una dinámica de conflictividad social originada en la intención de generar ingresos por medio de la inversión en industrias que explotan los recursos naturales y las posturas que objetan esta forma de inversión.

Hizo ver que la búsqueda del desarrollo y la solución del problema de la seguridad tiene varias propuestas como la reciente (Guatemala) de despenalizar las drogas, la cual debe ser analizada, ya que el narcotráfico genera US$870 mil millones al año, equivalente 1.5 del PIB mundial.

Respecto a los conflictos sociales y la seguridad recomendó reformas al sector justicia, mejorar la seguridad ciudadana, propiciar la consulta a la ciudadanía para decidir sobre proyectos que exploten los recursos humanos y programas de libre acceso a la información.

Comentario: Todos los puntos que el Dr Sayán recomendó ya se están implementando en latinoamerica, en unos paises van mas avanzados que en otros; al consultarle esto dijo que se debe hacer mejor que como se ha hecho.


Foto: Vicealmirante Jorge Montoya

El Vicealmirante en Situación de retiro Jorge Montoya, expuso sobre el marco jurídico que el Perú ha implementado desde 2003 para respaldar a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley el cumplimiento de sus misiones, sin que después sean señalados de violadores de los derechos humanos.

Elaborarno reglas de empleo (o reglas de empeñamiento) a nivel de ley nacional, ya que es un problema que involucra a toda la nación. Las reglas identifican un adversario que puede ser connacional o no, con armamento similar al de las fuerzas armadas, sin uniforme y que se mezcla entre la población. La reglas están en el decreto legislativo No. 1095.

Comentario: Las reglas de empeñamiento ya están vigentes en México, Perú y otros países.


Foto: Dra Villaruel

La Dra. Victoria Villaruel, Presidente del centro de estudios legales sobre el terrorismo y sus victimas, ofreció una exposición que mostró que en Argentina, las institiciones de Derechos Humanos se han politizado y empleado para beneficiar sectores específicos. Se violan derechos humanos en defensa de los derechos humanos.

Citó numerosos ejemplos de injusticias y violaciones a los derechos humanos de militares y policías en la Argentina quienes se encuentran detenidos. Paradójicamente quienes promueven estos hechos son las mismos grupos defensores de derechos humanos y organizaciones no gubernamentales ONGs asociadas con estos fines.

Se observa además, aseveró, una injerencia política en las decisiones de los organimos encargados de justicia. La importancia de estos hechos es que sientan doctrina y jurisprudencia para otros casos en el resto de América latina.



Foto: Adam Isacson

Adam Isacson, asociado de la oficina de Washington para Latinoamérica WOLA, explicó la profunda insatisfacción de esa institución con la proliferación creciente del empleo de de fuerzas armadas en seguridad y el descrédito que se da a ONGs que cumplen funciones importantes para hacer ver a los gobiernos los problemas derivados de la corrupción e ineficiencia.

Explicó que la diferencia básica entre soldados y policías es que los soldados están entrenados para aplicar la fuerza o violencia a un nivel máximo para destruir a un enemigo en el marco de la defensa nacional; en cambio la policía busca emplear el mínimo de fuerza o violencia para proteger y servir a la ciudadanía en tiempo de paz.

El hecho de tener soldados patrullando en las calles, sólo aumenta las posibilidades de violaciones de derechos humanos o abusos, porque un soldado ve en sus conciudadanos a posibles enemigos. Agregó que las ONGs que son acusadas de terroristas o de favorecer la ilegalidad, son de renombre, y no existirían si no tuvieran credibilidad.

Foto: Dra. Vanda Felbab-Brown, Fellow 21st Century Defense Initiative Foreing Policy.


Foto de los panelistas.

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